viernes, 22 de diciembre de 2017

¡Se viene la gran revolución naranja!

Podemos tenía razón pero no los votaron. Los morados se inclinaron por el referendum pactado y la vía del dialogo político para solucionar los problemas de Cataluña, muy cierto, bien enfocado y de hecho ahora después de tantos dimes y diretes volvemos al casillero inicial, otra vez hay que llegar a los acuerdos dialogando y los catalanes merecen sacarse las dudas con un referendum por su independencia, o no. Pero Podemos no contó conque los españoles o catalanes somos más de matar o morir y menos de dialogar. Un acierto para Podemos, pero sin premio.
Los que no saben que hacer son los de Ciudadanos, han crecido, deben festejar, cacarear por el huevo que han puesto, pero, íntimamente deben estar sufriendo por dos razones como pullas. La primera el tener claro que eran el único partido unionista que contó con todo el aparato medíatico español, con el apoyo de grandes empresas que respondieron y afianzaron el miedo creado de abandonar Cataluña, muchas de ellas, solo dijeron que lo harían, pero no se fueron, ni se irán.
Ciudadanos sabía que tenían todo el apoyo necesario para vencer al independentismo y a pesar de haber obtenido más votos, no lo lograron.
A los naranjitos les queda la esperanza de imaginar que esta ola ganadora se contagie a nivel nacional y que en las próximas generales se repita esta situación favorable, pero, la situación a nivel nacional es otra, pues no se votará de manera tan polarizada. Ganaron, pero no gobernarán, algo difícil de digerir.
Como es de esperar, ahora escucharemos hasta el cansancio aquello de que el sistema electoral es injusto y debe gobernar la lista más votada.
Respecto al PSOE, por mi parte ya está todo dicho, no de ahora sino desde hace años. Es un partido que no está en nada, un partido de izquierdas solo para temerosos nostálgicos que no se animan a ser rojos de verdad. Y así les va, solo consiguieron 17 escaños (de 135). El paladar político del país está para sabores fuertes y la mayonesa light, no encaja.
Si algo quedó claro en estas elecciones catalanas es el fracaso del PP (3 escaños) que apostó por el inútil artículo 155 pensando que la fuerza de una "España única y grande" iba a generar muchos votos más que los de algunos nostálgicos de la mano dura. Rajoy (si tuviera vergüenza) debería renunciar, él y su asistenta Soraya, son la representación de una España vieja y la mejor garantía de un rumbo equivocado que hundirá ese barco, que ya viene navegando a la deriva y seriamente averiado.
Estas elecciones catalanas dejaron dos grandes ganadores, unos ocultos y otros visibles. Entre los ocultos están las grandes empresas, los bancos y los medios de comunicación que van como una rémora comiendo de su cuerpo, deben estar contentos y mucho al ver que sus apadrinados bajo el nombre de Ciudadanos, ganan fuerza, no solo en Cataluña  sino en toda España, por lo que deberán tomar el lugar del PP y de eso se encargarán ellos. Vienen tiempos cansinos para los votantes españoles de las próximas generales, pondrán todas sus armas, que son muchas, en convencernos de que el cielo del futuro no será celeste ni azul, la esperanza ya no será verde, la sangre no será roja y que es mejor tomar Fanta Naranja que vino tinto, todo será naranja, que es nuevo color de la derecha española.
A preparase españoles... ¡viene la revolución naranja!.
José Trillo Arán.

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