Pellegrini: Un señor del fútbol.

No suelo opinar de fútbol, aunque es una de mis viejas pasiones, pero no deja de ser para los entendidos una muestra inagotable de una gran parte de la sociedad, que difícilmente se pueda obviar y sea quien sea el personaje siempre tiene algo que decir de este deporte y sus personajes, excepto Jorge Luis Borges que viviendo en Argentina no supo responder quien era Maradona, lo que fue una clara muestra de que no tenía ni idea de los sentimientos y héroes de referencia del pueblo donde vivía, es lo malo de encumbrarse tanto, los pies ya no pisan el suelo, se lo criticó mucho por ello, aunque algunos defensores de él escritor, dijeron que dijo desconocerlo porque no lo consideraba una persona valiosa, lo que también es grave.
   El fútbol tiene todos los representante derivados de la sociedad, y hoy quiero destacar la labor del ingeniero Pellegrini, un hombre que cumple su trabajo, no hace declaraciones rimbombantes ni provocadoras, responde correctamente a las preguntas del periodismo y si analizamos su carrera como entrenador de fútbol lo podemos considerar entre los mejores, es un tipo normal que suele leer libros que toque otros intereses humanos y no solo de fútbol, un tipo tranquilo y de perfil bajo, clasificación esta conque se suele catalogar a las personas serias, una clasificación que a veces hace daño, pues se los suele considerar del montón, uno más.
   En Real Madrid no se lo supo apreciar, casi nadie supo que ya antes de comenzar a entrenar propuso la limpieza del vestuario de, por decirlo con suavidad, caudillos que mandaban demasiado, como Salgado Guti y Raúl, tuvo que esperar un poco porque la salida de esos tres jugadores no era cosa fácil, ya nadie los quería y había que darles una salida digna, acorde a los viejos laureles que habían conseguido, Pero el problema de Pellegini ya había comenzado mucho antes, el periodismo del cotilleo ya tenía claro que este hombre "no les iba a dar juego", al principio tenían que respetarlo porque venía muy bien avalado, solo era cuestión de esperar algún fracaso  y después caerle encima.
    Ahora, con el entrenador Mouriño todo es diferente, este hombre si da juego, puede decir lo menos pensado, declarar que los jugadores culpables fueron estos o aquellos, que la tribuna del Madrid son unos muertos que van a la cancha como si fueran a un teatro, que sino tiene equipo, que esto o aquello y si es necesario le pone el dedo en el ojo a un colega de profesión, o aplaude burlón a una tribuna rival, en fin, hay más, pero lo voy a sintetizar mas allá de sus cualidades como técnico, pero si en su comportamiento social que es el que se refleja a través de los medios y el que llega a la gente. Es un tipo barato que gusta al periodismo barato y ambos son el ejemplo de muchos niños que ven y escuchan, el Real Madrid parece seguir la política de que "mejor que se hable, aunque sea mal", muy poco para un club de su categoría, si bien el fútbol es solo un espectáculo (manejado y amañado) también cumple una labor social que se ganó aunque no lo hubiese previsto.
   Tal vez por eso no guste Manuel Pellegrini y si Mouriño, uno trabaja callado y el otro habla, quizás esto sea el reflejo de una sociedad cada vez más abaratada.