Queridos hermanos:
Recordad que el esfuerzo que hacéis en esta tierra ¡es así de pequeño!, mirad bien mis dedos, ¡así de pequeño!, comparado con los beneficios que obtendréis en el cielo...allí tendréis la casa soñada ¡y sin hipotecas!...en el cielo tendréis el trabajo que deseáis, si os apetece trabajar...Dios en su infinita grandeza no permitió bancos en el cielo, ni tampoco os volverá a gobernar Rajoy, aunque ya estén muertos os garantizo una sanidad celestial y gratuita, una educación universal sin costo alguno, ¡sufrid esto como una inversión a futuro!, recordad que cuanto más sufráis en el próximo decenio, mas cerca de Dios os tocará estar...pero, debéis purificar vuestras almas, arrepentiros de esos pensamientos de justicia social, de extraños derechos, de igualdad de oportunidades, de espeluznantes matrimonios inculcados por el diablo, el amor y el comunismo, alejaos de los ateos, las revoluciones y los libres pensadores, que son una expresión de la voz de satanás, recordad que todo está dispuesto y ordenado, Dios y la Iglesia que lo representa, la monarquía que vela por vuestra nacionalidad y defiende vuestro territorio... ¡y los ricos! ¿qué decir de los ricos? a los que debemos estar agradecidos eternamente porque nacieron para serviros, para que vosotros... ¡seáis pobres!... y con esa digna pobreza ya tengáis casi obtenida la garantía de una vida eterna, ¡no desmayéis españoles!, y no olvidéis nunca que somos los custodios de la moral cristiana y una barrera contra los infieles de religiones mentirosas, avariciosas y dominantes que solo intentan idiotizar a sus pueblos.
Ahora rezad, que el rezo no solo os purifica, sino que os resta la posibilidad de caer en la gula que provoca eso de comer todos los días, rezad de rodillas, sin sentir el dolor y si tenéis artrosis, ¡mucho mejor! que Dios sabe valorar el sacrificio, rezad...rezad...que mientras hacéis esto, no cometéis pecados...Rezad hermanos...rezad y sufrid...que el cielo os compensará. Amén.
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