En estos momentos cuando todo parece que se desploma, es cuando más se necesita que la gente se posicione en defensa de los valores que nos enseñaron de niños. ahora es muy fácil hacerse a un lado y con el pretexto de que todos los políticos son iguales, no se intente hacer nada, y uno se acomode en el conformismo por aquello de que "todo está podrido". Pero no es así, mientras tengamos el poder de enojarnos y de espantarnos, nada está perdido. Solemos generalizar con frecuencia, incluso yo mismo, ayer, enojado me dejé llevar por la sangre caliente y titulé una pagina con "España huele a mierda", pero no todo huele mal, hay gente que trabaja muy duro y se juego la boca porque no todo este mal, desde un bombero, a una trabajadora social, desde un policía que investiga y no se deja amedrentar ni se vende, hasta un fiscal que sufre amenazas, o un juez que debe emigrar pues le quitaron su trabajo y su guardia personal sabiendo que se ganó muchos enemigos de peso, no todo está perdido mientras haya maestros que juntan monedas entre todos para comprar el desayuno de sus alumnos, como está pasando en VARIAS ESCUELA DE CANARIAS y vaya a saber en cuantas más en toda España. Para que salga a luz tanta tropelía, más allá de que suele ser muchas denuncias de afectados que se quedaron sin su trozo en la tarta de corrupción, más allá de ellos hay muchos que trabajan muy duro, con honestidad y creyendo que nos merecemos "una casa limpia".
Por eso hoy mi articulo va de fe, porque se pueden perder muchas cosas en un país, se puede pasar de pobre a rico y viceversa, pero lo que nunca se puede perder es LA DIGNIDAD."Qué siempre hubo chorros, maquiavelos y estafaos...", es parte de la condición humana, pero también siempre hubo gente que hizo del mundo un lugar un poco mejor, al menos lo suficiente para que se pueda vivir, siempre hubo ejemplos de castigo ante el delito, incluso a veces envidiamos como en otros lugares un candidato seguro al gobierno, es eliminado de la vida política por copiar una parte en su tesis doctoral, si envidiamos esos comportamientos ejemplarizantes es porque los deseamos para nuestra tierra y si otros pudieron ¿por que no vamos a poder nosotros?, pero el pueblo nunca debe olvidar que hasta la flor más bonita nace de la perfecta comunión de una semilla y la tierra y el pueblo siempre fue eso, tierra y semilla donde todo nace, incluso los malos políticos. No es momento de desmoralizaciones ni abandonos, es hora de limpiar el jardín de malezas, sin dolor ni desfallecimientos. Las malezas no son buenas, ¡pues se quitan!, pero en gran medida se puede evitar el nuevo crecimiento de estas, si entendemos que es en la educación personal y de convivencia social donde está el secreto. A seguir luchando contra las malezas, que quizás no podremos eliminar totalmente, pero al menos, que sean tan pocas que no le quiten el espacio vital a los buenos frutos.
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