Este viernes era el Día
Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme. Una treintena de mujeres
rindieron homenaje a las represaliadas durante el alzamiento golpista contra la
II República, la guerra civil y la dictadura de Franco. La acción, promovida por
algunos colectivos feministas de Sevilla, quiso recordar especialmente a
aquellas que sufrieron la represión en Andalucía de la mano del teniente general
Gonzalo Queipo de Llano, que en sus discursos desde Radio Sevilla llegó a animar
y justificar la violación de las mujeres del bando republicano.
Una grabación de estos discursos sonó ayer frente a la basílica de
la Macarena, donde el general fascista está enterrado con honores: "Nuestros
valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que
significa ser hombres de verdad y de paso también a sus mujeres. Esto está
totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor
libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos
maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen".
Parte del grupo de mujeres, vestidas de riguroso luto al estilo de
los años de aquellos sucesos, entró tímidamente y en silencio sepulcral en la
iglesia depositando sobre la tumba de Queipo una corona de flores blanca con un
lazo rosa en el que se podía leer 'Las mujeres no olvidamos. 1936-2013'.
Rápidamente, uno de los trabajadores de la basílica se acercó extrañado por la
presencia del grupo y, al encontrarse una cámara grabando el momento, espetó un
"oye, aquí no se puede grabar sin permiso". En apenas 30 segundos abandonan la
iglesia sin mediar palabra. Fuera, un grupo más amplio esperaba, junto al arco
de la Macarena, con una réplica en madera de la lápida de Queipo de Llano, sobre
la que realizaron un baile flamenco a modo de acción artística-política.
Silencio, luto, dos mujeres se miran y empieza la coreografía. Suena compás
flamenco y los tacones en golpes secos bailan sobre la tumba del líder militar,
cuyo golpe supuso el asesinato, solamente en Sevilla entre julio de 1936 y enero
de 1937, de más de 3.000 personas.
Tras el simbólico zapateado, dieron lectura a un texto en el que
recordaron la vida y valentía de aquellas mujeres sobre las que se ensañaron,
porque representaban "la transgresión del modelo tradicional de mujer,
participando activamente en la vida cultural, económica y social". Juzgadas por
el tribunal militar, condenadas a una represión de carácter ejemplarizante,
"afeitándoles la cabeza, exponiéndolas a la vergüenza pública ataviadas con un
camisón. También fueron violadas y usadas como botín de guerra”.
Hasta 2008, Gonzalo Queipo de Llano era hijo adoptivo de Sevilla;
hasta 2009, la Virgen de la Macarena vestía su fajín. El año pasado, el ministro
de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, expedía el título de marqués al nieto del
general, algo que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
consideró un insulto a las víctimas de la dictadura. Sus restos son aún
venerados y reposan en un lugar privilegiado de la iglesia como Hermano Mayor
Honorífico.
"Queremos decir que nosotras, igual que aquellas mujeres, queremos
seguir construyendo un mundo libre, igualitario y justo", afirmaron. Con la
frase "los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla",
cerraban la lectura del texto y justo en ese instante las campanas de la iglesia
empezaron a repicar, sumándose en una metáfora paradójica al aplauso del público
congregado. Finalizado el acto con cantos, las mujeres abandonan el lugar con
celeridad. "Han llamado a la policía", se escucha.
En este vídeo más completo se observa el recorrido histórico por
las calles de Sevilla que hizo este grupo de mujeres, que este viernes se ha
sumado al Día Internacional de las Mujeres por la Paz y el Desarme con varias
representaciones y cánticos en homenaje a las represaliadas: http://youtu.be/syd8mVCyZJs
No hay comentarios:
Publicar un comentario