martes, 18 de junio de 2013

Un argentino "comunista y capitalista"

   Seguramente no entenderá bien el titulo de esta historia, sin embargo y si logro ser explícito, lo verá claro. La historia está basada en un hecho real del que me siento un poco padrino ya que son mis consejos los que impulsaron ese proyecto. Puede pensar lo que quiera, crea o no lo crea, o considere que el abuelo Ladilla se esta dando autobombo, que no es el caso, pero si lo quiere pensar...piénselo, lo importante es que al menos razone que esto puede dar buenos resultados y si le sirve y lo aplica en su negocio, será para bien de muchos.
   Una persona a la que quiero mucho decidió jugarse las perras en un proyecto comercial del cual se jugaba el futuro de su familia. Yo le di algunos consejos ante su nerviosismo más que justificado porque cuando uno se juega los ahorros, la cosa es de miedo en épocas de crisis.
   El negocio en cuestión se trata de "comidas para llevar y bocadillos al paso". Entre ambos estudiamos las posibilidades a favor y las contras de ese negocio y el lugar donde lo estaba montando.
   El local en cuestión está en una zona muy habitada pero pasa por su puerta una carretera provincial muy transitada, lo que garantizaría la visión del comercio, pero hay un pero, no hay lugar para que estacionen o aparquen los automovilistas que la transitan, por lo tanto este hecho es secundario. El proyecto debe enfocarse a los vecinos residentes de una zona donde se nota que hay poder adquisitivo.
   En todo proyecto que se base en comidas, debe haber dos prioridades ineludibles, calidad e higiene.
   Conociendo a este amigo esto ya se daba por descontado.
   Y el negocio comenzó a funcionar tan bien que al poco tiempo él y su mujer "ya no podían más" y estaban obligados a contratar al menos a dos empleados, cosa que le preocupaba mucho y los asustaba en demasía.
   "No contrates empleados...contrata empleados-socios" le aconsejé.
-¿Y eso como se entiende?-
- Contrata empleados que notes que son dinámicos y de sonrisa fácil, luego los entrenas en el trabajo y como secreto exclusivo, le das el sueldo que marque el convenio laboral vigente y un plus (fuera de convenio) del 0,50% de las ventas...haz la prueba y verás.-
- ¿Eso es todo?-
-Puede que igual te salga chungo el primero... el segundo, pero cuando encuentres el empleado adecuado ya me contarás.-
  Y el primero le salió chungo, era buena gente pero se conformaba con el sueldo y no le renovó el contrato, pero la segunda contratación le salió ¡una joya!, una gordita con toda la energía y una sonrisa permanente que disimulaba muy bien su condición de madre separada que debía sacar adelante un hogar y un crió de cuatro años. En el primer mes cobró su nomina y 150 euros más por porcentaje de ventas.
-¿Vale la pena?-le pregunté.
-Joder... ¡es más patrona que yo!-
- Bien...¡me gusta!- le dije con un orgullo que me salia del pecho y me reventaba los botones de la camisa y agregué.
- Ahora va el segundo consejo...tienes que sorprender a tus clientes una vez al mes-
-¿Como?-
-Si, darles las gracias a los clientes por ir a tu negocio...por ejemplo, un día al mes. le regalas el postre, o le regalas una botella de vino o de Coca Cola, algo, lo que se te ocurra...pero que no lo esperen ni que sea cotidiano, sorprendelos como si...como si...como si un día cualquiera sin motivo aparente le regalas a tu mujer un ramo de flores...¿me explico?-
-¿Tu crees abuelo que funcionará?-
-Mira..hace unos días fui a un restaurant japones con mi esposa, fuimos porque a ella le gusta esa cosa que llaman comida, pero debo reconocer que comimos bien, al pedir la cuenta el puto japonesito nos ofreció la copa de sobremesa gratis, con eso ya me compró, pero cuando nos íbamos nos regalaron un almanaque típico de ellos, o sea, con la dualidad de sus signos y el idioma castellano, ese detalle no lo esperaba, ya me habían comprado con el chupito de licor "de parte de la casa", nos gusta ser especiales, nos gusta que nos traten como si fuéramos los únicos clientes..-
-¿Y que me recomiendas que regalemos nosotros?-
- ¡Piensa coño! que el que tiene el negocio eres tú.- le contesté un poco en serio y un poco en broma.
A los pocos días una de mis nueras fue a comprar a su negocio,(enviada por mi) no la conocían, por lo tanto la trataron como a una clienta más...
-Como usted se habrá dado cuenta...somos argentinos y nos gustaría que se lleve estas dos empanadas de mi país para que las pruebe..es una obsequio de la casa-
  Mi nuera, abusiva ella, se comió una por el camino...la otra se la comió mi hijo........¡putos cabrones!

Pd. Todo está inventado, cuando era pequeño me gustaba ir a comprar al almacén del barrio porque el gallego me daba la "yapa" ¡un par de caramelos!...luego lo aprendí en un curso de nombre rimbombante de Experto en RRPP (Relaciones Públicas) que hice en la Asociación de Comercio de Buenos Aires, y más tarde lo viví con satisfacción, cuando trabajé en Venezuela en una empresa del "comunista" Jose Vicente Rangel (ex presidente de Venezuela con el gobierno de Hugo Chavez) ahí supe lo bueno que es valorizar a un empleado y hacerlo socio de la empresa, aunque sea minoritario.

Recomienda este blog...gracias.
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