miércoles, 19 de junio de 2013
Una combinación letal...
Anoche me desparramé frente al televisor dispuesto a ver lo que encontrara sin importarme mucho de lo que se tratara, me entregué a ese castigo, cuando uno está cansado es más vulnerable y me dije "víolenme" "idiotícenme" ¡ya no quiero más! y me pasé buscando algo interesante de canal en canal, y les juro que me costó encontrar algo interesante, primero vi una tertulia política donde seguían intentando hablar de temas que no cambiarán en nada la realidad española, en otra revisaban el pasado viéndole de un solo lado, el de la derecha, en otro canal una bruja estafaba a televidentes incautos, en otro unas chicas se movían desnudas mostrándose como si fueran "un cacho e carne", en otro una serie sms donde algunos declaran que están bien dotados y buscan mujeres que necesiten "una relación seria y lo que surja" ya a punto de quedarme dormido el dedo seguía automáticamente apretando el mando a distancia, cuando ya estaba dándome ánimos para levantarme del sofá e irme a la cama, apareció el señor Punset, ¡a la una de la mañana un programa cultural! y lógicamente me puse a verlo, el tema en cuestión era que según los neurobiólogos el cerebro es un órgano muy plástico y cambiante, que se regenera constantemente y que expande sus conexiones a medida que la persona aprende cosas y como mi cerebro tiene una autonomía que no manejo, me olvidé del programa por un momento y me quedé pensando si esto se dará en todos los casos y en todas las cabezas, porque la experiencia me dice que hay gente que no ha cambiado nada en los últimos cuarenta años, siguen con las mismas ideas de cuando tenían veinte años, cambiaron de lugar de residencia, criaron sus hijos, el mundo cambió radicalmente, la vida de los hombres tiene una herramienta de comunicación sin precedentes ni siquiera en la imaginación más febril, a través de internet el mundo ya no es lo que era, ni siquiera podemos imaginar que podrá llegar a ser en pocos años, pero el cerebro de algunos está estancado, como si nada hubiese pasado, sigue por los caminos de siempre. La explicación vino después, en un dibujo animado donde mostraba a un esquiador que bajaba la montaña nevada, el primero que bajó lo hizo por un lugar que le pareció correcto, el segundo ya utilizó la huella que dejó el primero y le costó menos esfuerzo bajar por el camino trazado por el primero, aunque no fuera el camino correcto, el lo aprovechó. La idea era decirnos que hay otros caminos, pero que tal vez se necesite el esfuerzo para intentar el cambio y no bajar la montaña por el camino establecido, pero que quien lo intente deberá esforzarse más para crear ese camino, ese cambio no tiene la huella hecha, se requiere un esfuerzo para el cambio. Nuestra civilización circula por la huella marcada por las religiones y la política que en un principio fueron una sola cosa y ahora son socios a partes iguales, y como el cambio cuesta esfuerzo, como el cerebro se reproduce con más conocimientos, se entiende claramente porque no les interesa a los que tienen el poder que la gente piense y se informe, es una combinación letal para ellos.
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