domingo, 4 de agosto de 2013

Si dejas la tribu...estás condenado al olvido.

   Si vas a emigrar debes tener en cuenta estas apreciaciones, tómalas por válidas aunque no lo sean y sopesa las futuras situaciones que te expongo como si fueran una verdad irrefutable. Tengo experiencia en ello ya que emigré dos veces.

1) Cuando te vas del clan familiar, sea por la razón que sea, estas generando en los que se quedan sensaciones de envidia en unos y de traición en otros, unos te odiarán en silencio o no, porque tomaste una decisión que tal vez ellos nunca se animaron a tomar. En otros, o en los mismos anteriores, se pondrá por delante un adjetivo de traición al grupo o a la patria "cuando más se necesita el esfuerzo de todos" para levantar el país tú te largaste.

2) Aunque te marches siempre necesitarás el apoyo de los que se quedaron, quizás mucho mas que antes y recibir, por ejemplo, una invitación a un casamiento, aunque sepan que nos podrá asistir tal vez a ti te venga muy bien, te de fuerzas y te haga sentir que se acuerdan de ti, sin embargo es difícil que alguien se moleste en enviarte algo y se justifican..."él se fue",... "renunció a nosotros". En mi largos años de exilio voluntario solo recibí una invitación y no se imaginan que agradable fue recibirla.

3) Si te tomas el trabajo de contar las veces que llamas por teléfono, o los e-mails que envías tu primero, puede ser que llegue un momento en que te preguntes ¿sino llamo yo alguien me llamaría?. Normalmente se da por hecho que al inmigrante le resulta más fácil, económicamente hablando, llamar que ser llamado, aunque no sea cierto.

4) Cuando uno se aleja, se puede comprobar con dolor aquello que dice "si no me tienes presente, no existo"

5) Cuando estás lejos no perdiste derechos, sin embargo para los que se quedan si los perdiste, es posible que nadie se tome el trabajo de consultarte sobre algo donde tienes voz y voto, es común que la tribu se apañe para tomar decisiones por ti y dejarte de lado.

6) Otra situación muy común es que los parientes pequeños, por ejemplo, sobrinos o primos con los que tienes una gran diferencia de edad, se formen un concepto de ti sin otros datos que los que escucharon de los mayores de la familia y ante un "desconocido" se agrupen sin pensar en ponerse de parte de la tribu establecida antes que defender a un "foráneo", aunque este tenga toda la razón.

7) El que se va, es victima casi siempre de aquello de..."el que se fue a Sevilla perdió la silla" ¿y para que defender o apoyar a un extraño, pudiendo quedar bien con la familia de todos los días?, para esto hay que ser un gran defensor de la justicia y no mirar en acomodos y esta valentía suele escasear.

8) Si te vas tienes que irte sabiendo que perdiste todo, métete esto en la cabeza, grábatelo a fuego, lo mejor que te puede pasar partiendo de esta base es que descubras que alguien, allá lejos, en tu familia te sigue queriendo, te recuerda y te defiende.

9) Puede que llegue el momento que no entiendas nada, habrá personas a las que nunca le habrás hecho el más mínimo daño, que guardas buenos recuerdos de ellas, sin embargo no te contestan ni un e-mail, lo que te viene a decir que vivías una relación mentirosa o que te ignoran por otras razones, o que tienen un concepto de ti basado en datos inciertos, te sentirás desorientado preguntando ¿que le hice?...

10) Emigrar te puede servir en otras cosas para adelantar el descubrimiento de las personas que antes eran cercanas y queridas, es un golpe adelantado de una realidad que a veces no queremos ver en las personas que creíamos "nuestras". EMIGRAR ES CRECER; Aunque esto conlleve saber que poco le interesamos a las personas que uno agranda en el recuerdo.

Que esto no detenga tus ganas de emigrar si lo deseas, siempre es mejor la cruel realidad que vivir engañados durante muchos años y creer que estamos cobijados en el amor de los seres queridos. Solemos imaginar que la gente mala, cobarde, envidiosa, o que simula el amor, o miserables que se aprovecha de otros, no son personas de nuestra familia, sino de otros. No te engañes, la cercanía solo retrasa el descubrimiento de las verdades.
Claro que no todo tiene que ser negativo, y permítanme un ejemplo personal, después de treinta años en los cuales solo lo vi una vez, un primo y yo mantenemos un lindo y fluido contacto de correos y ambos nos ofertamos nuestras casas para que el primero que aparezca tenga un hogar donde llegar.

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