No hace mucho en los medios de comunicación españoles podíamos leer y escuchar alabanzas a favor de los valientes y democráticos militares egipcios. A mi no me gustó y lo escribí, no solo por mi experiencia de vida con "militares democráticos" en Sudamérica, sino porque haciendo una rápida lectura de la historia del país de los faraones se puede apreciar que los militares tienen una tradición golpista y además poseen el 35% de la riqueza del país, no hay una rama de la economía donde ellos no tengan intereses.
Una vez más demuestran la valentía atacando sin miramientos a unos ciudadanos que estaban en su derecho de protestar ya que solo reclamaban el regreso de un gobierno elegido democraticamente. Esto debe ser un llamado de atención a todos los pueblos. NINGÚN MILITAR ES DEMOCRÁTICO Y POCOS SON VALIENTES, su valentía la demuestran contra ciudadanos comunes, y sus medallas rara vez las obtienen luchando por la patria contra un enemigo externo. Me sorprende que aún los ciudadanos acudan a ver desfiles militares y aplaudan el paso de tropas, que salvo excepción responden a intereses muy lejanos a los de la ciudadanía. La inocencia del pueblo, la educación recibida en las clases de una historia gloriosa que nos contaron en la escuela, la necesidad de tener héroes que nos protejan en caso de apuro, hace que muchos sigan comiéndose el cuento de su valentía y honor, cuando fueron los pueblos las victimas mayoritarias, cuando fueron los civiles que consiguieron las verdaderas victorias, de esto rara vez se habla, de los éxitos militares si.
Y les dejo una pregunta ¿cuantos militares se negaron en estos días a disparar contra su pueblo?. Seguramente ninguno, porque si se niegan algún superior "valiente" le pegará un tiro en la frente, otros ni siquiera se lo plantean, ya les lavaron el cerebro de una manera tan eficiente y cotidiana que ven enemigos hasta en los propios familiares, amigos o vecinos que los vieron crecer.
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