jueves, 2 de julio de 2015

Da pena escuchar a la gente defendiendo a la "troika".

Da pena penita pena escuchar a muchas personas trabajadoras bajo dependencia, a pequeños comerciantes y aún peor a jubilados, sumarse y repetir las consignas e ideas que emiten desde Europa, trabajadores sometidos a contratos de abuso, pequeños comerciantes que los cuecen a lanzazos de impuestos y normas y jubilados que cobren lo que cobren deben derivar sus ingresos para ayudar a sus hijos o nietos porque son pocas las familias que no tengan un parado, o uno que trabaja para no llegar a fin de mes. Da pena escuchar como se ataca al pueblo griego con epítetos como ¡vagos! (como decían en su momento los alemanes de los españoles), un calificativo que terminó justo cuando Rajoy firmó con los ojos cerrados los recortes impuestos. Da pena ver en todas las televisiones como se defienden políticas propuestas por los representantes del poder del dinero y la usura en contra de la gente de cualquier país, pero lo triste es que la gente lo cree y lo repite. No se detienen a pensar que el prestamista siempre exprime todo lo que puede y que la austeridad siempre es para los pobres y los semipobres y los pequeños comerciantes y los autónomos, un conjunto que se deja la piel para vivir medio decentemente. Da grima ver y escuchar la justificacion y sumisión que dice y acepta mucha gente del sacrificio "lógico" de vivir en la austeridad y el conformismo aprendido en frases hechas y pensamientos inculcados en el sufrimiento, como si aquello de "sufrír en la tierra... te garantiza el cielo", fuera válido en todos los órdenes de la vida.
"Que se jodan los griegos como nos jodimos nosotros" me dijo ayer un fulano, como si los griegos no hubiesen pagado ya todas sus deudas, deudas que no pueden pagar en eterno, a menos, claro, que sigan bajando su nivel de vida mas y mas. Da pena ver como la gente se pone de parte de los mismos que se llevan el sudor de los pueblos. Da mucha pena ver como el mensaje sirve para unos y no para otros. En los años sesenta se le perdonó a Alemania casi el 50% de sus deudas, la misma Alemanía que generó dos tremendas guerras que destruyó Europa, parte de Rusia y del norte de África, entonces a partir de ahí nació "el milagro aleman", el gran crecimiento, el auge, ¡como no!... los ayudaron a crecer. Estos mismos alemanes son hoy pilar fundamental de la "troika" y ahogan a los que ayer los ayudaron. Grecia no es un país ni de vagos ni de pícaros, es en proporción un país de pocos recursos, tiene el turismo, las empresas navieras, una agricultura que comparada, por ejemplo, con España, es poca cosa.
El miedo que generan las mismas instituciones se basa en que si Grecia no paga "se derrumba todo" que el euro será un papel de fumar, y el estado del bienestar será un recuerdo...¡no señores! no se derrumbará nada, el BCE tiene maravillosas ideas para salvar a la banca, al momento trasladarían todos los miles de millones necesarios para cubrír esas pérdidas y nos lo cargarían, (previa historia asimilable) al voleo a todos los ciudadanos europeos y la banca financiera seguiría tan felíz encendiendo la barbacoa con billetes de quinientos.
Da pena.

 

2 comentarios:

  1. Y que podes esperar de esta gente,,,,si siempre le han manejado la vida,,,,
    Con decirte, que el cerebro de un mosquito,,,, funciona mejor,,,,,

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  2. Tsipras intenta luchar por una causa nacional, en un país donde la mitad de la ciudadanía se arruga por un corralito de una semana, no se puede luchar por ninguna causa por justa que sea, si la mitad son secuestrados que aman al secuestrador.

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