Durante años venimos escuchando y leyendo que los nacionalismos son anticuados, que lo guay es ser universal, aceptar y participar en "libre comercio" y en todo tipo de intercambios sin controles, ese es cuento para que crean las personas y los países pobres, todo suena muy humano y romántico pero al momento de compartir el puchero...¡minga!. Alemania nos muestra otra vez que primero y por sobre todo, ellos y sus bancos están por encima de cualquier solidaridad, sociedad o hermandad. Inglaterra ya declaró que ella no pone una moneda ni un aval para esta nueva ronda de "prestamos" a Grecia, no conformes con eso, amenaza con expulsar a todos los estudiantes extranjeros que hay en su país apenas terminen sus estudios, aunque lógicamente harán excepciones con los estudiantes destacados, esos se los quedarán. Europa no permite la libre entrada de productos agrícolas de latinoamérica, ni de África, pues no puede competir con sus precios y hacen uso de un proteccionismo sin descaro, en este caso el nacionalismo sirve para mantener puestos de trabajo, aunque sea beneficiando con subvenciones a productores que no pueden competir y que todos los ciudadanos pagamos.
En estos días hemos asistido a un agotador bombardeo sobre la posición nacionalista de Grecia, una falsedad calculada por parte de los medios que responden siempre al poder establecido, pero ya vemos como le fue a los helenos cuando dejó su presente y su futuro en manos de los extraños. El nacionalismo de Grecia se vio mal, el de Alemania no.
El nacionalismo a ultranza puede ser una enfermedad tan dañina como el racismo o la xenofóbia, pero usado con sensatez es vital para ganar la guerra diaria entre países e intereses. Hace unos días vimos como la bolsa de China estaba siendo atacada por grandes movimientos de dinero especulativo, legal en nuestro mundo de libre circulación de dinero, pero tan dañino que puede acabar con cualquier bolsa de valores en unas horas...¿y que hizo el gobierno chino? proteger su bolsa con la fuerza que tiene un gobierno, en este caso, nacionalista primero, y detuvo "una sangría legal", nadie se atrevió a criticarlos, simplemente porque se trata de China, claro que si lo hicieran las autoridades venezolanas les iban a caer hostias por todos lados. Vivimos una gran mentira y estamos tan confundidos entre las tendencias tendenciósas y la cruda y verdadera realidad que ya no sabemos que pensar, pues bien, llegado el caso, déjame pensar primero en mi país aunque luego me llamen retrógrado nacionalista. En ese dilema, creo, que está hoy el pueblo griego.
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