Quien esté un poco informado sobre la situación económica y los ideales que se están imponiendo puede llevarse una gran desilusión con esta Europa que pintaba para ser un ejemplo para el mundo, tanto en el ejercicio cierto de los derechos humanos como en el equilibrio social del estado del bienestar. Una Europa que se olvida día a día de esos principios tan valiosos y progresistas. Da pena ver sus comportamientos egoistas y otra vez más, colonialistas, razistas y xenófobos. Hungria está construyendo un muro de vallas de 138 kilómetros para evitar la entrada de seres humanos, España "paga" a Marruecos para que eliminen ese problema de la inmigración. Francia e Inglaterra llenan el aire con proclamas racistas e incluso de una bajeza moral y de un vocabulario que asustan. Cameron trató de "plaga" a los inmigrantes, en Alemania los neo-nazis queman refugios de inmigrantes, Rajoy avala a un candidato xenófogo y racista que promete "limpiar" de inmigrantes. Cameron promete acabar con "la plaga" que el anterior primer ministro, Blair, ayudó a crear, atacando a Irak y retirándose cuando aquel avispero se puso peligroso, lo mismo hizo Aznar y hoy Rajoy culpa a los que huyen de aquel infierno. Francia también se plegó a la fiesta de los bombardeos en Argelia, lo que ya nos da una pauta de que dos extensos países destruidos, son parte del gran incendio que se extendió por todo el norte de África. Europa se comporta de modo miserable y rastrero al compartir los ataques "preventivos" que ordena USA, sin darse cuenta que la cercanía territorial la afectará a ella y no los EEUU.
Los europeos mediocres tienen miedo de estas oleadas de gente que busca refugio, pero no presionan a sus gobiernos cuando estos declaran guerras, los mediocres creen a pie juntilla que estos inmigrantes acabarán con sus recursos sanitarios y el dinero de las huchas, creen que vienen a robar cuando en realidad apenas si consumen y terminan haciendo los trabajos que nadie quiere, o son esclavizados por empresarios "nacionales" en empresas clandestinas, esos inmigrantes no aumentan la inseguridad como quieren hacernos ver, esos inmigrantes saben que deben pasar desapercibidos y portarse bien porque solo su color de piel los hace víctimas de todo tipo de controles policiales. Esos mismos ciudadanos mediocres que agitan sus voces y sus banderas en defensa de su nación "atacada" por la "plaga", no ven que multimillonarias empresas y empresarios se roban muchas veces mas grandes cantidades de dinero con la que se podría cambiar la vida de muchos, pero muchos, muchos millones de personas. Se podrían detener guerras y fomentar el bienestar en países a los que se los explotó durante siglos (y se los sigue explotando), se podría invertir en esos países en lugar de mantener en el poder a caudillos alcahuetes de empresas multinacionales. Pero parece que eso no interesa. De todas maneras, lo que mas duele es ver a tantos millones de mediocres ciudadanos europeos, creyendo que los inmigrantes y refugiados que buscan un lugar donde vivir en paz sean un peligro para sus naciones. El miedo que imponen los gobiernos de derecha, mayoría en Europa, ha convencido a muchos. Lamentable. Ya que no tenemos la decencia de eliminar las causas, pudiendo hacerlo, de eliminar las guerras y la pobreza, al menos tengamos la valentía de premiar a esos seres valientes y desesperados que logran llegar a pesar de tantas vicisitudes, lo menos deberíamos hacer es acogerlos... como héroes que son.
José Trillo Aran.
Excelente tu artículo José totalmente de acuerdo con vos , ya cuando estube por Alicante antes del 2010 se notaba esta ola xenofoba y era un sufrimiento ver a la policía cacheando a africanos nada más que por su color de piel es realmente asqueroso , en estas tierras también hay mediocres que le echan la culpa a los inmigrantes de todo Un saludo desde Argentina Alicia
ResponderEliminarTenemos una amiga de República Dominicana, negra, trabaja limpiando casas hace catorce años, tiene las llaves de todas las casas, (incluida la nuestra) y muchas de ellas de ricos de verdad. La paran una vez y otra también para pedirle papeles, incluso una vez la llevaron en un redada de prostitución a las doce de la noche, cuando ella salía de atender a una "patrona" enferma. Todo por el color de piel y la clásica vestimenta colorida de los caribeños. Ahora viene a mi casa a ayudarme a cuidar a mi esposa, y se niega a que le pague unos euros de más. En Argentina me amargaba hasta la enfermedad, viendo el desprecio hacia los mismos compatriotas de rasgos índigenas, o mestizos, o tan solo un leve color oscuro en la piel, uno de los motivos que hacen que nunca más vuelva, no soporto ese desprecio y odios adquiridos que aún siguen fomentando en lugar de intentar eliminarlos. De Europa no me extrañó, pues lamentablemente sabía que eran así, aunque no tanto, por eso puedo soportar con cierta calma esta desgracia. Allá me dolía mucho más.
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