lunes, 5 de enero de 2015

Todo queda y todo pasa... pero lo nuestro es mejorar...

  

Ahora que ya pasó el tiempo de las festividades y a regañadientes debemos volver a remar duro y parejo, aunque lo de parejo sea solo un modo de decir. Comienza un nuevo año y esto me recuerda cuando era un escolar de primaria y al estrenar un nuevo cuaderno, me esforzaba en que todo estuviera bien hecho y me esmeraba en la prolijidad, tarea que iba disminuyendo con el correr de los días y las páginas. El afán de hacer las cosas bien siempre me duró poco. Ahora nos toca empezar un año nuevo y supongo que todos queremos lucirnos y cumplír con los proyectos que nos impusimos, no solo como personas sino como ciudadanos, porque de poco serviría olvidar que sin un entorno social de mayor calidad se pueda vivir mejor como individuo, sin embargo la cosa no pinta bien, porque seguiremos arrastrando las viejas desgracias. No podremos tener una justicia mejor mientras una parte del poder sea inimputable. La democracia será una mentira que de tanto repetirla no se hará verdad, pues la democracia no casa con la monarquía y por mucho que se intente darle validez, desde sus mismas descripciones ya son antagónicas y no lograrán jamás un buen maridaje.
   Si hablamos de ser todos iguales, ¿como se entiende que haya privilegios para unos y no para otros?. Basar un país es principios falsos es igual que aspirar a tener una vida personal de verdad, íntegra, auténtica, como una pareja feliz unida en el amor, u otra por conveniencia o costumbre. Quien no entienda este sencillo ejemplo, puede tener una vida, quizás, hasta serena, pero nunca auténtica. A mi entender España carece de principios válidos para poder escribir su historia y su futuro, por mucho que cada año estrenemos un cuaderno nuevo. O sé es... o no sé es. Somos católicos y nos educan par el amor al prójimo, pero incluso admiramos al estafador que se lleva los dineros de todos, amamos al prójimo y entramos en guerras que no son nuestras, repetimos las bellas palabras pero no llevamos a la práctica, somos patriotas pero hacemos realidad aquello de "primero la cartera y después la bandera", y no voy  seguir con esto pues usted me entiende ¿verdad?. Lo lamentable es que viviendo entre engaños, y sabiendo que lo son, seguimos educando a nuestros niños para que no digan mentiras, al menos mientras son niños, los educamos para la democracia sabiendo que no lo es, le damos principios buenos, o falsos pero aceptados, y después esperamos que vivan en un mundo mejor...
   Creo que el 2015 es una buena oportunidad para comenzar por el principio...ser auténticos y tozudos en la búsqueda de ello.

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