Yo recuerdo el escándalo que ocasionó en su momento la guerra que se ocasionó cuando Argentina sacó del medio a Marsans, y volvió a nacionalizar la empresa Aerolíneas Argentinas, las autoridades españolas cogieron las lanzas y los escudos y salieron al campo de batalla a defender "a un inversor español", no importó la catadura moral del fulano en cuestión, que hoy está preso, por dejar a miles de empleados en la calle, a cientos de pequeñas empresas sin cobrar un duro, estafando a Hacienda, en fin, ¡a todos los españoles!.
España sacó la cara por un individuo como este y atacó a la Argentina con todas sus armas incluso a sabiendas que el vaciaba una empresa que ya Iberia había esquilmado. Diaz Ferran era un empresario español y había que defenderlo, ríos de tinta en los periódicos se encargaron de hacer una patriótica campaña y dejar al gobierno argentino como demonios con los que no se puede comerciar.
Con lo de Repsol otro tanto de lo mismo, pero esta vez se llegó al deplorable accionar de pedir ayuda a los socios europeos, como esos chicos que corren a pedir ayuda a sus hermanos mayores porque otro crio les pegó. La presión que ejerció España ante sus socios logró que Argentina se viera impedida de hacer algunas ventas en la comunidad europea, básicamente limones, biodiesel y carne. En principio parece un triunfo del gobierno de Rajoy, pero es otro fracaso para los intereses del país.
En Argentina no hay una empresa española, hay cientos e incluso miles si consideramos las pequeñas empresas.
Mi amigo Enrique me comento lo siguiente:
" No importa che, beberemos limonada y comeremos más carne de exportación a precios internos y el biodiesel se almacena o se buscan otros compradores...el mundo es grande, tampoco íbamos a conseguir quien reemplace a Repsol y ya ves...viene la Chevrón y con otras condiciones"
Argentina se siente atacada por estas decisiones y está recurriendo a la OMC (Organización Mundial del Comercio) que sirve de poco porque siempre favorecen a los mismos y son los que sostienen el hambre en el mundo, pero no deja de ser un precedente, como para dejar constancia y justificar sus futuras acciones.
Rajoy hace tiempo que equivoca su proceder respecto a algunos países latinoaméricanos por razones de afinidad política, se arrima a las derechas y se olvida de que una cosa es el comercio y otra la política, además se le olvida un detalle para tener en cuenta, a Cristina Fernandez difícilmente le pueda ganar el pulso por las malas, ella podrá cometer errores, pero "tiene algo que hay que tener y que no tienen todos".
España pone en riesgo, por ejemplo, la continuidad de Telefónica, Aguas de Barcelona, Endesa, Gas Natural, Elecnor, Santander, BBVA, Mapfre, Indra y muchas otras, en el juego bilateral siempre será la que más pierde ¿y todo por defender a Repsol?.
Otro detalle a tener en cuenta, es que hay en Sudamérica una unión poderosa, Brasil, Venezuela, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador pueden comerciar entre si y presionar cuando haga falta, y estamos hablando de más de doscientos millones de personas, un mercado nada despreciable si tenemos en cuenta que hay hay raíces afectivas y culturales más cercanas.
España no está en condiciones de tomar iniciativas de "macho ibérico" o seguir creyendo que es aquel imperio colonial, (es lo que no terminan de entender, ni los políticos, ni muchos empresarios) eso es pan para hoy y hambre para mañana. Ahora somos culo y camisa con Colombia, Chile y México, y en parte con Perú, encontramos en esos gobiernos unos peleles que gobiernan como nos conviene, por ahora, y que son afines, pero los pueblos quedan y los gobiernos cambian y es cuestión de tiempo que descubran a los empresarios "tipo Diaz Ferrán" y que los españoles, se enteren de que defender a Repsol es un mal negocio para el país.
"No importa hermano... comeremos carne cuatro veces a la semana y ¡de exportación!...¡vaya sacrificio! me dijo mi hermano...
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