La Navidad...a mi manera.

   Para los no creyentes la Navidad, es, si se quiere una molestia. Los comercios se afanan en recordarnos que debemos comprar para festejar algo en lo que no creemos, los amigos se molestan en enviarse buenos deseos y de pronto todos nos recordamos que es época de ser buenos, o al menos algo mejor de lo que somos habitualmente. La cercanía del fin de año nos plantea un balance general que a menudo suele ser negativo por lo mucho que esperábamos de él, porque puestos a desear no tenemos límite y nos solemos olvidar que si estamos vivos y sanos, ya el año es genial, porque lo demás, si está ausente puede llegar cuando menos lo pensamos. Pero somos exigentes con la vida, tal vez porque desear todavía es gratis.
   La Navidad está en nosotros como una fecha para estar unidos en familia, en torno a una mesa abundante de comida, si la mano viene bien y si viene mal la cosa, intentamos ponerle ganas y disfrutar de lo poco que haya, con la mejor cara posible, aunque por dentro estemos destrozados, pero la navidad tomada como una reunión de familia en torno a una mesa, no sería Navidad, sería un domingo cualquiera, o un día especial si llegó a casa un hijo lejano, si es que quedan hijos lejanos pues ahora la moda es quedarse en casa a esperar que pase la crisis, que según mis cálculos durará unos diez años más "los hijos ya no vuelven para Navidad, porque nunca se han ido" me recordaba un amigo hace un tiempo, y otro me decía "ahora tengo la casa como en los cumpleaños, llena, con el hijo, la nuera y dos chiquillos... es que lo desahuciaron a los pobres".
   La navidad debe ser un hecho religioso, un momento de alegría y reflexión para la gente que cree, en mi caso, solo reflexiono, pero a mi manera, me lo imagino a Jesucristo como un revolucionario de izquierdas y como encuentro secuaces que acompañan en mis fantasías, nos solemos montar unas historias que nos duran toda la noche y con un par de vinos ¡soy la hostia para crear!.
   Si algún creyente leo esto, (cosa que no creo) les pido que no se ofendan, yo a Cristo me lo imagino como quiera, pero al menos no puteo sus ideas, ni tergiverso sus palabras, ni hago exactamente lo contrario de lo que predicó, diciendo que sigo sus enseñanzas, o convirtiéndome en su representante para hacer negocio o dominar a las masas....¡como muchos!. Yo a Cristo me lo imagino como un hombre, un "super capo" de la época, un genio de las habilidades y la manipulación de masas, pero me lo imagino buen tipo y eso me basta, cada uno imagina como quiere y para mí el fulano no ira hijo ni hijo de Dios, ni vino al mundo por inseminación celestial, ni don José el carpintero era un cornudo complaciente y me da lo mismo que Magdalena fuera su mujer, y si era puta es lo de menos, porque si Cristo la quería es porque sería una gran mujer y el complemento que el necesitaba. un amigo un poco más radical que yo, me hizo ver que Cristo fue un gran estratega comercial porque partiendo de él logro una docena de seguidores y les encargó que fueran ganando adeptos a la causa y multiplicando los fieles por el mundo, como él hizo con los panes, y que era un gran político porque les hacía comer aire a todos imaginando que eran panes y peces y que una vez hipnotizó a un montón y les vendió la moto de que bebían vino añejo y madurado en barricas de roble y lo bebían era agua del grifo...¡más para admirarlo!, me imagino que para esa época la gente debía ser "un montón de bruta" y no sería difícil engañarlos, pero eso no le quita méritos para mí y lo quiero revivir así. Aunque mi amigo insista que era más fácil que engañar a los viejos españoles con los valores preferentes.
   Yo lo recordaré esta Navidad, a mi manera, por supuesto, me lo imaginaré como un buen tipo al que lo usaron en su buena fe, y aunque mi amigo diga que cualquier mago de hoy podría haber echo esos milagros que le asignan, yo quiero pensar que el tipo era ¡un revolucionario y de izquierdas! y esa idea, no me la quita...¡ni Dios!