sábado, 3 de octubre de 2015

Doña María es una presa fácil, como usted o como yo.

Hace un tiempo conocí a una señora mayor que no se llama doña María, pero que por respeto ocultaré su nombre y en la historia esta, la bautizaré y se llamará doña María. Una mujer canaria que ganaría el corazón de cualquiera por su inocencia y sus rasgos hermosos, aún a los setenta años. Doña María vive en una pequeña aldea en lo mas alto de la isla de gran Canaria. Según me afirmó "Si, se leer mijo, pero no entiendo lo que dicen los diarios". Doña María vive a una hora de la capital, después de bajar por por una carretera angosta y rodeada de paisajes hermosos, pero doña María no conoce Las Palmas, siempre vivio en la aldea. Aunque cuenta con orgullo que si conocío el mar porque un día bajó a Maspalomas, el mar le impresionó, pero se sintió extraña entre tanta ajena que hablaban idiomas mas extraños aún. Ella no sabía de tanto turismo, ni le llegaron sus beneficios económicos. Ella sigue viviendo como siempre vivió, aunque me dijo " ahora se vive mejor porque tenemos muchas cosas modernas...como la luz y la televisión que me regalo me hija, que vive en la ciudad".
-¿Usted vota doña María?-
-Si, claro- me dijo con cierto orgullo.
-¿Y por que vota?- Le pregunté con mi mejor sonrisa y cara de buen hombre.
-Porque el padre Pedro nos enseñó que debemos votar-
-¿O sea que el cura les enseñó que deben votar?-
-Si, mi niño, gracias a Dios-.
-Digame doña María...¿sabe quien gobierna en Canarias?-
-La verdad que no...¿Zapatero?-
No crea que esta historia no es real, si lo es.
Ahora como español piense que hay muchos millones de personas que no saben entender lo que leen, por lo tanto, dejan de leer y es lo que quieren los políticos, porque pueblo desinformado o ignarante...¡es tán facil de engañar!, tal vez por eso cada día inventan nuevos términos complicados como "crecimiento negativo", "economía coyuntural" "crecimiento macro-económico" "competitividad" "reformas laborales", desaceleración","actualización salarial", y tantas otras. Pero no se crea que ese sistema se utiliza solo para doña María, no, tal vez usted y yo estamos tan desinformados como ella, porque tambien se utiliza otros trucos, para gente que intenta informarse y consiste en informar en demasia y desmentir aún más, una parte involucrada le informa sobre un tema y la parte contraria le afirma otra verdad y al final todos quedamos como doña María.
Hoy a los europeos se los está entreteniendo con la llegada de los refugiados, creando un problema que con buena voluntad es de fácil solución, o la estafa de la Wolkswagen, o las españoles con la supuesta intención de independencia catalana, y mañana con alguna otra noticia de última hora. Sin embargo se está fraguando una de las estafas mas grande que cambiará la vida de los ciudadanos europeos y apenas si aparece de vez en cuando en algún medio de los medianamente rebeldes. El TTIP, es un tratado donde las multinacionales (que ya mandan sobre muchos gobiernos) buscan obtener cobertura jurídica por sobre los estados, que se pueda comerciar libremente entre el USA-CANADA y la UE,sin trabas ni impuestos aduaneros, pero para ello deben eliminarse trabas, como, por ejemplo, los "excesivos" controles de calidad sanitaria que imperan en Europa sobre los alimentos, los impuestos sobre la entrada de productos, etc, etc. Este tratado permitirá por ejemplo que entre libremente la soja transgénica de USA (primer productor mundial) cultivada sin miramientos con el uso de pesticidas, o que puedan entrar "productos made in Canada", (o USA), aunque sean cultivados en México (socio de ambos en el NAFTA).
Los pequeños agricultores y ganaderos europeos no podrán competir, los países no podrán imponer sanciones pues la justicia de los países no tendrán ingerencia a ese poder judicial hecho a la medida, en fin, es darle todo el poder sobre nuestras vidas, a las multiancionales...¡y sin derecho a pataleo!. En Europa tenemos infiltrados unos traidores que dicen representarnos, pero en realidad trabajan para las grandes multinacionales.
Ya ve, de un modo o de otro, somos millones de doña María, y además, votamos.

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