sábado, 24 de octubre de 2015

España: Al ritmo del flautista...


 



 Dicen que una persona es el resultado de las decisiones que toma y esto podría hacerse extensivo a un país. En los años que llevó en España voy de decepción en decepción, puede ser que mi error haya sido la falta de información o el engaño que nos fabricamos, a veces, para justificar el regreso a la tierra que nos vio nacer.
Hoy después de quince años veo otra España, veo un país sin personalidad, ni soberanía, ni orgullo...¡veo una colonia!
Esta desilusión, creo, a mi modesto entender, que nace desde los largos años de dominio castrador del caudillo que no permitió ni la libertad de pensar libremente que engrandece a las sociedades y el pronto enrolamiento en la OTAN, que nos, como de costumbre, seguír obedeciendo sin siquiera plantearnos si podíamos pensar con ideas propias. La pertenencia a la OTAN, nos dijo quien debían ser nuestros enemigos y donde debíamos enviar nuestras tropas, para "colaborar" con intereses que no eran netamente españoles. Como por ejemplo enviar y sostener durante catorce años tropas en Afganistan a un costo de cien vidas y 3700 millones de euros. ¿A título de que fuimos a buscar enemigos de España en aquellas lejanas tierras?. Ni Afganistan ni Irak eran enemigos de España, pero USA (y sus socios verdaderos) tocan la flauta y los ratones del club tienen que ir. España deja de lado el apoyo o el respeto hacia países latino-americanos con los cuales nos unen lazos culturales e inclusos familiares, e intenta difamar y/o colaborar en su derrocamiento solo para contentar a sus nuevos patrones, porque no nos engañemos, estamos en el club, pero no pertenecemos a la comisión directiva y entonces solo nos queda obedecer.
La entrada en la Unión Europea, fue el toque final, la cuchillada en la garganta. No decidimos nada, nos dicen que leyes aprobar, como debemos contratar, como manejar la economía, esperar pacientes las medidas del BCE y tragar aunque no nos gusten, y ahora, incluso, nos dan permiso hasta para comer insectos. Cuando un país pierde el derecho a decidir su futuro, va muy mal, pues nunca debe dejarse que nuestra vida la manejen otros y cuando sucede con un país, deja de ser SOBERANO, y se convierte en colonia, da lo mismo cual sea la bandera que lo representa, da igual que se llame España o Portugal.
Sin embargo para muchos ciudadanos está supuesta pertenencia al club, los hace sentir importantes y dejan con gusto sus características de identidad propias y nacionales para sentirse del "primer mundo", pero un primer mundo que habría que definirlo con más exigencias, porque estamos en la segunda división de los países europeos....y cuando el flautista toque su ritmo, solo optamos por seguirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario