miércoles, 17 de mayo de 2017

Si yo fuera del PSOE, no votaría a Susana Diaz.

Desde la cúpula del partido socialista, se intentó en los últimos años culpabilizar a Pedro Sanchez de la caída en picada de esa formación política, pero en realidad no es así, el derrumbe comenzó con Rodriguez Zapatero aquella desafortunada noche que en menos de una hora, junto a Mariano Rajoy, líder de la derecha en la oposición firmaron un acuerdo donde se exponía a España a cumplir, si, o, si, con los mandatos de la UE, en materia de déficit, recortes y obediencias debidas, sin haber sido consultado en el parlamento, ni a sus bases. El partido socialista no presentó ninguna alternativa, ni se opuso sin presentar batalla. El partido socialista de España, cometió el mismo error que los demás partidos socialistas europeos y así fueron cayendo uno a uno en toda Europa.
En mi visión y la de otros millones de creyentes en las políticas sociales de la izquierda, quedó el dolor y el amargor de ver como la izquierda suave, se convertía en un obediente instrumento, tímido y complaciente, de una derecha fuerte, comandada por los grandes, banqueros, el FMI, la Troika, etc. etc..
A la gente de izquierda le golpeó en la cara la realidad de que el PSOE, ya no era ni de izquierda, ni obrero, y para confirmar eso, más tarde apareció Felipe Gonzalez mostrando sus virajes traidores, primero intentando derrumbar otro gobierno socialista como el de Venezuela, luego apoyando el golpe de estado partidario en contra de Pedro Sanchez y ultimamente yendo a Brasil a darle un apoyo medíatico al golpista neo-liberal, M. Temer... ¿que clase de socialismo es este?, esa es la pregunta que se hacen millones de españoles. El PSOE se viene destruyendo lentamente desde Zapatero, Rubalcaba y las derrotas de Pedro Sanchez, pero principalmente por la pérdida de valores "obreros", cosa fácil de comprobar al ver que su líder histórico Felipe Gonzalez trabaja para una multinacional y ya de izquierda le queda la mano y el pie, ambos miembros, que solo le sirven para poder equilibrar su cuerpo físico, pero no el político.
El PSOE se muere por falta de identidad, ideas y valentía.
En esta etapa de radicalización que sufre el mundo, es más actual que nunca aquello de W. Shakespeare..."ser o no ser".
El domingo se juegan la vida los partidarios del PSOE, si votan a Susana Díaz, habrán dado el visto bueno a esta continuidad que los va matando. Si gana Pedro Sanchez puede que todavía tengan posibilidades de salvar al enfermo terminal, pero de gobernar en un futuro cercano tienen muy pocas posibilidades y estas dependan de Unidos-Podemos.
De todas maneras el bipartidismo a muerto, aunque con las alianzas puede seguír gobernando el Partido Popular, ya que sus votantes, aunque los castiguen por la corrupción, cambiarán su voto a Ciudadanos, que es como una empresa subsidiaria de la matriz pepera y cumplen bien la función para la que fueron aupados, por lo tanto la derecha no tiene los problemas de la izquierda.

Susana Díaz, en un acto de campaña en Níjar (Almería).
Si gana Susana Diaz, posiblemente, (y con todo el apoyo de los medios, también impulsados por el PP) el muy factible crecimiento de Unidos-Podemos no servirá de nada para esta nueva formación, pues llegado el caso, otra vez el partido socialista apoyará al PP, junto a Ciudadanos. Entonces, si esto sucediera, tiene la muerte asegurada. El domingo es la última fecha de la Liga de futbol y el PSOE se juega seguir jugando en primera o descender a segunda.
 José Trillo Arán.

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