martes, 14 de octubre de 2014

España necesita con urgencia una "moralización".

Los pueblos suelen tomar medidas cuando ya no dan más. Por naturaleza suelen ser lentos porque las mayorías están entrenadas para obedecer, justificar y principalmente para comer cuentos de las supuestas personas importantes y "honorables instituciones", tal vez sean resabios de la época de los "señoritos y los campesinos" o de aquello de "la vida por el rey", o "todo por la patria". Hoy, con los nuevos avances tecnólogicos la información está cambiando y pongo un mínimo ejemplo para que se entienda lo que quiero decir, en este blog suelo poner a disposición del lector "Lo que los medios no te cuentan", donde subo información de "La otra cara de las noticias", con la sana intención de que la gente se informe de las dos caras de la moneda y después saque sus propias conclusiones. Quien sepa algo de historia sabrá que ante la degradación de un imperio o de malos gobiernos consecutivos, siempre aparece la "gran moralización" y la búsqueda de nuevas alternativas, tán necesarias, ambas, para poder seguir viviendo, más o menos, con cierta esperanza y que se alimenten las útopias, ya que son parte de la vida y sin ellas, nada tendría valor.
En estos momentos España está en esta situación de urgencia.
Ya muchos españoles comienzan a entender porque en Latinoámerica los pueblos se decidieron a romper con todos los partidos conocidos y se jugaron a apostar todo a nuevas ofertas, que a veces pueden salir bien o mal, pero lo intentan.
España necesita un borrón y cuenta desde las bases mismas de todas las instituciones, partidos políticos, gremios, fuerzas armadas, además de la monarquía, no hay ninguna institución que no este contagiada de la corrupción, y así como afirmo esto, debo declarar que me asusta tamaña regeneración, porque hay que recomenzar desde las mismas bases, de unos cimientos podridos que sostienen un edificio agrietado que se inclina hacia un inevitable derrumbe, y en todo derrumbe suele haber víctimas. Pero habrá que jugarse, porque igual es mejor que nos muéramos de un ladrillazo en la cabeza, que agonizar con el miedo constante al derrumbe. Es mejor jugarse en las urnas que esperar otras salidas, pues ya sabemos "lo bestias" que suelen ser los pueblos agotados por las burlas de sus gobernantes.

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