 
  El extraño caso del vuelo 9525 de Germanwings: más incongruencias  
Más incongruencias
En un principio, parece curiosa la 
afirmación efectuada en la cadena radiofónica SER el pasado 24 de Marzo,
 en la que un técnico de aviación se extrañaba de la cantidad de 
accidentes que últimamente se producen en vuelo, cuando, por lo general,
 la mayoría de esos eventos desastrosos se producen al despegar o 
aterrizar el aparato. Cuando los aviones están en vuelo, es difícil que 
tengan problemas.
Otro dato incongruente es la afirmación 
del periódico alemán Focus, afirmando que a 32 millas del aeropuerto de 
Toulon, el avión había empezado a perder altura y no decidieron 
aterrizar en él, dejándolo pasar de largo para finalmente estrellarse en
 los Alpes, después de volar 106 millas en las que paulatinamente perdía
 altura.
Lo que sí parece confirmado es que fue un
 controlador aéreo el que decide poner el aparato en alerta, e incluso 
se envía un avión militar para averiguar qué está pasando mientras los 
pilotos del avión siniestrado mantienen un extraño silencio. Este avión 
militar fue visto por testigos y los reseñó en su primera crónica el 
Daily Mail, para posteriormente suprimirlo de la noticia, como ya expuso
 elespiadigital.com.
Los restos del avión encontrados 
en la cordillera alpina cerca de Barcelonnette muestran el avión 
literalmente hecho añicos, como si se hubiese pulverizado, siendo la 
mayoría de las piezas e pequeño tamaño y las más grandes no superaban el
 tamaño de un coche según informó la CNN. 
Asimismo,
 la extensión por la que los restos del avión están extendidos y la gran
 fragmentación del aparato, hacen pensar que el avión pudiera haber 
explotado poco antes de impactar. Anteriores accidentes similares, como 
el acaecido en 1995 por el vuelo 965 de American Airlines cuando impactó
 contra una montaña en Colombia, no produjeron ni la milésima parte de 
fragmentación.
El vuelo 965 de American Airlines era un 
vuelo regular desde el Aeropuerto Internacional de Miami al Aeropuerto 
Internacional Alfonso Bonilla Aragón de Palmira, Colombia, que durante 
su aproximación para aterrizar chocó contra una montaña en Buga, 
Colombia el 20 de diciembre de 1995, matando a 160 ocupantes de la 
aeronave, salvándose solo 4 de ellos. Ha
 sido el peor accidente aéreo registrado en Colombia. El accidente fue 
el primero de un Boeing 757-223 estadounidense y fue, en su tiempo, el 
mayor accidente aéreo implicando una aeronave estadounidense desde el 
derribo del Vuelo 103 de Pan Am ocurrido siete años antes. Cuatro 
pasajeros y un perro sobrevivieron al accidente. Como se puede observar 
en las imágenes, el escenario nada tiene que ver con lo que hemos visto 
en los Alpes, pese a ser un accidente de similar factura.

 

 
En el caso del vuelo 9525, los restos del
 aparato están extendidos por una gran superficie, como si hubiese 
explotado. Algunas voces afirman que el avión explotó por 
despresurización, pero resulta curioso observar como aparatos que 
llegaron a despresurizarse bruscamente, llegando a perder una puerta en 
pleno vuelo, consiguieron aterrizar, e incluso aviones de paracaidismo 
militar, cuando se despresurizan en su zona de descarga previamente 
abierta en pleno vuelo para que los paracaidistas salten, no sufren 
daños estructurales. Como ejemplo claro tenemos el vuelo 811 de United 
Airlines, que se descomprimió parcialmente por un error del cierre de la
 puerta de carga y el avión no explotó, pudiendo llegar a aterrizar.
Es más, el video publicado cuando 
llegaron las primeras ayudas al lugar del siniestro, no muestran 
fumarolas o restos humeantes, como si no se hubiese incendiado en la 
montaña y hubiese explotado en el aire…
Un supuesto audio recuperado de Vuelo 
Germanwings 9525 muestra claramente lo contrario de lo que los medios de
 propaganda occidentales han estado informando de que los “gritos de los
 pasajeros” se escuchan primero, luego se van en silencio y el ruido que
 sigue es de “metal crujiendo”, las alarmas de la cabina, y la charla de
 radio indescifrable antes todo va en silencio … Da la sensación
 de que el avión sufrió una falla catastrófica matando a todos los 
pasajeros y tripulantes en primer lugar, después de que el avión 
explosionara en el aire.
Un comentario de uno de nuestros lectores señala: “Me
 ha llamado mucho la atención, el dato contenido en la “regrabadora ” de
 voz, en la cual se puede escuchar la respiración del copiloto. Como 
ustedes saben, ese dato es vital para demostrar la “teoría del suicidio”
 pues, de ser cierto, demostraría que el piloto no estaba incapacitado, 
pero en esta prueba en concreto hay algo que no encaja con las leyes de 
la física (sonido) y es el dato, de que el sonido de la respiración 
humana es de 10 Db y el sonido ambiente del cockpit (cabina de los 
pilotos) es mucho mayor y, de ser cierto que se oye la respiración en la
 grabación, este hecho vulneraría las leyes de la física y eso solo se 
puede conseguir en un estudio de grabación, atenuando el sonido 
ambiental y potenciando el sonido de la respiración. Para que podáis contrastar las evidencias expuestas, pongo un enlace de un cockpit de A-320 en pleno vuelo”.
Habrá que esperar a que se haga pública 
la investigación de las cajas negras del aparato siniestrado para saber 
si algunas de las incoherencias se despejan. En cualquier caso, la 
propia compañía Lufthansa también debería dar a conocer los datos que 
disponga de su Centro de Control de Mantenimiento, desde donde se 
monitorizan constantemente todas las aeronaves de la compañía, tanto en 
tierra como en vuelo.
El Centro de Control de Mantenimiento de 
Lufthansa supervisa el estado técnico de la aeronave con servicio en 
todo el mundo, tanto en tierra como en el aire, y controla los 
procedimientos necesarios. Los estados estructurales de la aeronave y 
las fechas de vencimiento de las modificaciones y tareas necesarias 
previstas son constantemente seguidos y controlados. Todo lo que es 
parte de la gestión de flotas se controla allí las 24 h del día y en 
todo el mundo.
Por su parte, en el Centro de Control de 
Tráfico de Lufthansa en Frankfurt, el personal compila todos los datos 
necesarios en la flota de Lufthansa que opera en todo el mundo 
utilizando lo que se conoce como el sistema ACARS (Aircraft 
Communications Addressing and Reporting System), una red de datos que 
utiliza la radio HF y los satélites. Desde allí se detectan posibles 
fallos de inmediato. Sin embargo, no han trascendido datos sobre la 
tragedia desde la compañía.
El peligro de los “juegos de guerra”
Según algunas fuentes que no hemos podido
 confirmar, un submarino ruso de la flota del Mar del Norte que tiene su
 base en Severomorsk y que actualmente opera en el Mediterráneo, informó
 que detectó anomalías eléctricas atmosféricas generalizadas sobre el 
sur de Francia, Italia y el oeste-suroeste de Suiza.
La zona donde fueron detectadas, pasa 
también por el área de operaciones de combate del 510 escuadrón de cazas
 de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que opera desde la base aérea 
de Aviano en Italia. Estas anomalías llegaron hasta el sur de Francia y 
provocaron que los radares británicos se fueran a negro. ¿Pudo algo así 
tener que ver con la tragedia?
No lo podemos saber –todavía-, pero no es
 la primera vez que maniobras militares de la OTAN interfieren en los 
vuelos de la aviación civil sobre los cielos de Europa. Así, el 
pasado año se informó de un incidente cuando unos 50 aviones civiles 
desaparecieron temporalmente de los radares en Austria, Alemania, la 
República Checa y Eslovaquia entre el 5 junio y 10 de junio.
Servicios de tránsito aéreo eslovacos en su declaración acerca de aquel suceso dijeron que “la
 desaparición de objetos en las pantallas de radar estaba conectada con 
un ejercicio militar planificado que tuvo lugar en varias partes de 
Europa, cuyo objetivo era la interrupción de las comunicaciones por 
radiofrecuencias“.  Esta actividad también causó la desaparición temporal de varios objetivos en las pantallas de radar, “pero no se perdió el contacto por radio con los controladores aéreos y continuaron su vuelo normalmente“.
También hemos reseñado el incidente del 
pasado 3 de marzo cuando coincidiendo con una pre-simulación de la 
Fuerza Aérea de Estados Unidos, el vuelo de Lufthansa LH1172, un Airbus 
A321 que operaba a una altitud de vuelo normal, cayó en picado en 
cuestión de minutos. Un artículo escrito en Airliner Reporter recogió el testimonio de un testigo: “Hubo
 algunos momentos en los que pensé que estaba a punto de presenciar en 
tiempo real un accidente a miles de kilómetros de distancia. Pero, por 
suerte, los pilotos reaccionaron rápidamente y se desviaron a un 
aeropuerto cercano.”
¿Por que el diario inglés Daily Mail no repitió esto después de haberlo publicado ?
Lufthansa confirmó a AirlineReporter.com
 que el vuelo en cuestión (LH1172) llevaba 151 pasajeros a bordo y el 
comandante decidió hacer escala en Nantes, “debido a un caso médico”. Se
 confirmó que no hubo ninguna emergencia de esa clase y la aeronave 
aterrizó sin problemas.
La cuestión es ¿qué tipo de 
ejercicio militar podría desarrollarse que pudiera tener consecuencias 
dramáticas para una aeronave civil?
¿Probando el sistema HELLADS?
Algunos analistas están 
especulando con que el 24 de marzo, día de la tragedia del cuelo 9525, 
la Fuerza Aérea de Estados Unidos realizó una prueba fallida de su 
sistema HELLADS, (Sistema de Láser Líquido de Alta Energía), que 
intentaba derribar una supuesta ojiva nuclear simulada lanzada desde 
Rusia. Dicha prueba se habría repetido nuevamente el viernes 27 de 
marzo, dando lugar a la parada de la red eléctrica en el norte de 
Holanda, incluyendo Amsterdam.
El 22 de mayo de 2013, cuando el 
incidente del vuelo de Lufthansa LH1172, también se realizaron 
ejercicios por la OTAN con el lanzamiento de un misil balístico 
intercontinental desde la Base Aérea Vandenberg en California. Asimismo,
 el 
23 de marzo se realizó el lanzamiento de un ICBM para una prueba HELLADS, seguida por otro lanzamiento el 27 de marzo que supuestamente afectó el norte de Holanda.
Exactamente, estos ejercicios se 
llevarían a cabo lanzado un ICBM Minuteman LGM-30G-III a una altitud de 
1.120 kilómetros a una velocidad de casi Mach 24, después de lo cual se 
despliega una Maniobra de Reentrada de Vehículo Avanzado ( AMaRV ) en 
órbita polar y el cuerpo de la nave cae en el Océano Pacífico. El AMaRV 
simula múltiples ojivas nucleares, es entonces cuando se dispara un rayo
 láser de alta energía (HELLADS) en un esfuerzo por destruir las cabezas
 nucleares en su intento de reentrada hacia sus objetivos.
Si
 algo así hubiese ocurrido se explicaría la puesta en marcha de una 
“Operación Tapadera” para ocultar las auténticas causas del desastre del
 vuelo 9525 de Germanwings. Pero insistimos, son especulaciones alimentadas por algunas graves incoherencias en el relato oficial de los hechos.
La explosión en el aire 
explicaría por qué el Centro de Control de Lufthansa, fue incapaz 
de “detectar de inmediato” y “controlar los procedimientos necesarios”, 
del 9525 de Germanwings. Es inconcebible que no hayan podido notar que 
uno de sus jets se estaba desplomando a tierra en el sur de Francia.
El Programa HELLADS
El HELLADS es un programa de defensa de 
Estados Unidos para desarrollar un sistema de armas basado en láseres de
 alta energía para defenderse de las amenazas tierra-aire. El programa 
tiene como objetivo desarrollar un sistema láser de 150kW para 
contrarrestar las amenazas de tierra, tales como cohetes, y misiles 
tierra-aire.
El sistema HELLADS se probó por primera 
vez en instalaciones estática de tierra, antes de la integración 
posterior en un avión táctico de la Fuerza Aérea estadounidense 
(USAF). La USAF pretende armar sus vehículos aéreos no tripulados (UAV) 
y bombarderos como el B-1B con los láseres HELLADS.
El sistema de armas también se puede 
montar en los vehículos blindados de combate, aviones de vigilancia y 
buques patrulleros. Se espera afinar la puntería por rayos láser para 
reducir los daños colaterales.
Se basa en un láser de yodo en estado 
sólido enfriado por un líquido. El sistema será diez veces más ligero y 
compacto en comparación con otros sistemas de láser de alta potencia 
similares. El orden de magnitud facilitará la integración del sistema 
con aeronaves, vehículos terrestres y vehículos aéreos no tripulados. Se
 espera que tenga un peso máximo de 750 kg y el volumen de dos a tres 
metros cúbicos.
La Agencia de Proyectos de Investigación 
Avanzada de Defensa (DARPA) puso en marcha el programa de desarrollo 
HELLADS en 2001. La agencia ha destinado alrededor de 75 millones de 
dólares para el desarrollo, con el programa que esté terminado en cinco 
fases. Las dos primeras etapas, que se completaron en 2002.
Se completó la tercera fase de desarrollo
 en 2011. Se trataba de una prueba exitosa a escala de laboratorio que 
reproduce la misma capacidad operativa y la geometría del sistema de 
armas final.
En febrero de 2011, DARPA reportó haber 
desarrollado dos células de laboratorio que excedieron de salida los 
34kW. El pequeño tamaño del módulo láser solo fue posible con 
estructuras ligeras, óptica, electrónica y sistemas de refrigeración 
avanzados. Estos módulos serán desarrollados e interconectados para 
producir la salida del láser de 150kW necesario.
La cuarta fase implicará el desarrollo de
 una base en tierra Demostrador de Sistemas de Armas Láser (DLWS) para 
el programa. La última fase consistirá en la fabricación, la ingeniería,
 la integración y la demostración del HELLADS en una plataforma 
táctica. La integración del sistema en la aeronave se incrementará 
significativamente la eficiencia del arma.
EE.UU.
 e Israel han coproducido un láser táctico de alta energía (THEL) 
llamado Skyguard, que se basa en un láser químico de fluoruro de 
deuterio (DFCL). Fue desarrollado por Northrop Grumman en 2000. THEL se 
encuentra actualmente en la fase de prueba y demostración.
La Oficina de Tecnología Estratégica de 
DARPA está gestionando el programa HELLADS. Aeronautical Systems 
(GA-AS), División de General Atomics es el contratista principal para el
 desarrollo del sistema de armas láser. Lockheed Martin fue 
subcontratada para la prestación de los servicios de integración del 
sistema en mayo de 2005.
Más incógnitas:
No deja de ser alucinante que si la 
versión oficial dice que el pasaje estaba gritando asustado. No haya 
 NINGÚN twit, ni mensaje, ni llamada de móvil. A ninguno de los 
pasajeros se le ocurrió coger su móvil o portátil y dejar alguna última 
señal. Raro como poco.
Seguramente hay un procedimiento para abrir el sobre cargo la puerta desde fuera (por muy oculto y secretísimo que fuera).
Todos los aviones de Lufthansa, son monitoreados desde el centro de 
control de la empresa en Frankfurt, y ante cualquier evento, pueden 
desconectar la computadora de vuelo y volar el avión por control remoto,
 ¿por qué no lo hicieron?
Según dicen algunas informaciones, los 
restos del avión estan desparramados en un radio de 2 km, y no hay 
crater de impacto principal, lo que indica una explsión en el aire.