martes, 2 de febrero de 2016

Atacan a Maduro... pero se rinden ante Salman Ibn Abdulaziz.

El rey y el Gobierno rinden pleitesía al régimen más tiránico del mundo.

Carlos Enrique Bayo

Se llenan la boca con falsedades sobre la supuesta financiación extranjera de Podemos y agitan en las tertulias su impostada indignación ante el sistema teocrático que impera en Irán, pero son totalmente indiferentes, algunos incluso obsequiosos, ante el régimen más tiránico e integrista del mundo, al que el Gobierno, el jefe del Estado y los poderes económicos de España rinden pleitesía con pleno conocimiento no sólo de su brutal represión interna sino también de su responsabilidad financiera e ideológica directa en los crímenes contra la humanidad del aberrante Estado Islámico.





Más aún, nuestros gobernantes multiplican las ventas de armas a ese mismo régimen saudí –por valor de 744 millones de euros entre 2010 y 2014– pese a que el Ejército de Riad está cometiendo las mayores atrocidades en Yemen, donde susbombardeos –contra barrios residenciales, hospitales, centros de salud (al menos, 70), decenas de escuelas, mercados, campos de refugiados y hasta banquetes de boda– han dado muerte a miles de civiles premeditadamente… puesto que lo que pretendían era precisamente aterrorizar a la población yemení. Como denuncia el director de Human Rights Watch, David Mephan, “los saudíes están cometiendo en Yemen múltiples violaciones de las leyes de la guerra”.

Pero no acaba aquí el sometimiento del Ejecutivo del PP a los deseos de la Casa de Saúd: la empresa naval pública Navantia se dispone a vender cinco fragatas Avante 2200 a la Armada saudí, con plena conciencia de que ese cliente mantiene desde hace casi un año un despiadado bloqueo naval contra Yemen, que ha privado a ese país de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad. Una lucrativa operación que supondría una “clara violación del derecho internacional”, así como del Tratado sobre el Comercio de Armas, los Principios Reguladores de las Transferencias de Armas Convencionales adoptados por la OSCE y las normas sobre el control de exportaciones de material militar de la Posición Común de la UE, según denuncian el Centre d’Estudis per la Pau, Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam.

Una y otra vez, los tertulianos afines al PP nos recuerdan la represión del régimen iraní, pero jamás mencionan que la teocracia saudí es infinitamente más cruel y desalmada en su bárbara opresión de la mujer y su sanguinaria persecución de toda disidencia política o religiosa. Quizá porque el rey Salman Ibn Abdulaziz siempre ha mantenido estrechas relaciones con nuestro monarca emérito, Juan Carlos I, y esa amistad se ha prolongado al actual soberano Felipe VI.

De hecho, lo de “rendir pleitesía” que planteaba al inicio de este artículo no es una mera licencia literaria, sino que se consumó literalmente hace un año, cuando Felipe VI cambió precipitadamente la agenda de un viaje por Asia para acudir al funeral del rey Abdulá y mostrar sus condolencias a la Casa Real Saudí, precisamente en el momento en que Amnistía Internacional hacía una gran campaña a favor del activista Raif Badawi, condenado a mil latigazos y diez años de cárcel por haber creado un foro en internet en el que promovía el debate público y en el que abogaba por la separación de poderes entre el Estado y la Iglesia. Después, el Gobierno de Rajoy eludió responder a una pregunta parlamentaria sobre si Felipe VI se había dignado a interceder por Badawi durante su visita a Riad.

Así que clama al cielo –sea el cristiano o el musulmán– que vengan ahora los mandamases del PP fabricando supuestas relaciones de Podemos con Irán y rasgándose las vestiduras por las restricciones de los derechos de la mujer y las medidas represivas impuestas por Teherán, mientras hacen la vista gorda a la situación de auténtica esclavitud de las saudíes y ni siquiera protesta el Gobierno de Rajoy cuando el de Riad decapita a 47 opositores de una tacada, incluido el eminente clérigo chií Nimr Baqr al-Nimr, incendiando Oriente Próximo hasta el borde del abismo bélico.

Por una parte –y, por supuesto, sin justificar en absoluto el machismo fundamentalista del régimen de los ayatolás–, hay que subrayar que ya les gustaría a las saudíes gozar de la mitad de las oportunidades de trabajo, la independencia, las libertades y los derechos que conservan las iraníes, pese a las odiosas restricciones del chiismo jomeinista. Para ilustrarlo, baste mencionar los 15 años de cautiverio (casi sin comida ni agua) al que sometió a sus propias hijas, para vengarse de su ex esposa Alanud Al-Fayez, el rey Abdulá, que tan amiguito era de nuestro Juan Carlos I.
Carlos Enrique Bayo
Director de Público
Twitter: @tableroglobal


No hay comentarios:

Publicar un comentario