Pretenden construir la ciudad del futuro... y los ecologistas ya la vemos como un testimonio del pasado, no solo por su obstentosa demostración del poder del dinero, sino por el repugnante aprovechamiento del trabajador inmigrante, a los que se les llega a retirar los pasaportes y además no se les paga en tiempo y forma,. Para lograr esta muestra de poder se destruye el paisaje natural y se requieren, además, ingentes cantidades de materias primas que consiguen devastando otros lugares del planeta. Para ellos y para muchos esto es progreso, para los ecologistas y los defensores de los derechos humanos esto se llama DECADENCIA. Una clara demostración de una humanidad que deberá cambiar de valores si pretende sobrevivir.
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