sábado, 21 de junio de 2014

Sin correas... ni bozales.

   ...Durante la conquista de América se usaron perros que causaban pavor entre la población indígena, mucho mas aun que los propios conquistadores"... (Alfredo Bueno, Publicación de la Universidad de Granada "Los perros en la conquista de América").
   Hoy varios siglos después en España se sufren batallas ideológicas y el gobierno recurre a soltar los perros en una jauría que ataca, no a extraños habitantes de lejanas tierras sino a sus propios conciudadanos. Hoy amanecimos con la noticia de que la impresentable alcaldesa de Madrid, Ana Botella, decidió premiar a diez anti-diturbios de la policía local, "por su valiente intervención en los disturbios del 22M", cuando finalizaba la manifestación llamada "Marcha por la Dignidad", una marcha que fue un ejemplo de orden y respeto, hasta que ya finalizada esta, un grupo, no definido ni en número ni en origen, decidió reventar esa marcha creando violencia, por lo que estos muchachos que serán premiados por su labor, dieron palos sin preguntar a quien estuviera a mano, incluidos unos periodistas. Un premio muy merecido viendo el esfuerzo realizado y la necesaria capacitación que se requiere para esa tarea premiada y aplaudida por el PP de Madrid ¡y tantos otros!. Pero lo mas triste no es esto, en el fondo a los policías anti-disturbios se les puede perdonar, dar garrotazos requiere una exigente preparación física y la negación a pensar libremente no es facil de alcanzar, abstenerse de ser un ciudadano que convive con otros ciudadanos debe ser difícil, razonar siempre es mas complicado que pegar garrotazos, pero bueno, para eso son anti-disturbios, sino serian de la científica o de investigación. Pero como decía, ellos no son lo peor, lo triste es ver a señores/as que pasaron años en la universidad estudiando periodismo y que se arrastren como babosas criaturas detrás del poder establecido sabiendo que están colaborando con los mismos que recortan derechos y una vida digna a muchos de sus vecinos, familiares, conocidos y conciudadanos. A los antidisturbios se le puede achacar falta de preparación, pero no hay un periodista (supongo) que no sepa lo que es ética, equidad y lo mas sagrado de la información ¡la verdad! y la imparcialidad!, seguro que lo saben, pero se puede saber mucho y no tener lo que hay que tener para darle dignidad a esa profesión, y eso, no lo dan en la facultad, eso se tiene o no se tiene, ya me entiende ¿verdad?. En estos días vimos como el gobierno y la monarquía soltaron las correas y los bozales y "los periodistas del sistema" llenaron los diarios y las tertulias de TV, de ladridos de felicidad a dos colas, saltando alegres con la lengua afuera, chorreando baba al pensar en los apetitosos huesos que les iban a tirar por cumplir las órdenes de hacer de un rey un Dios y de un príncipe que no demostró nada y que si está donde está, no es porque el pueblo lo haya elegido, sino que está ¡por que si! porque le salió de sus generalisimos cojones a un dictador, de ese fulano que no demostró nada, "hay que crear la imagen de la futura España" les dijeron y ya sabemos que una de las características de los perros es el servir a su amo, aunque este lo trate mal, pero si el amo esta de buen humor, hasta puede ser que los premie con algún hueso con forma de placa de "gran comunicador social". A mi me pasa como a aquellos pobres indígenas... no se si me asustan mas los perros que los conquistadores.

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