domingo, 27 de julio de 2014

Israel no quiere testigos.

El ministro no quiere testigos en Gaza

Un Gobierno que llama a hurtadillas a los directores de los medios de comunicación para exigir la salida de sus periodistas de Gaza es un Gobierno rastrero que no cree en la libertad de información. Imagino a Margallo y a su equipo, teléfono en mano, cumpliendo las recomendaciones de Israel, que durante el fin de semana dijo que no se hacía responsable de la seguridad de los periodistas extranjeros. Es lógico: Israel no se hace responsable de nada.
Me saltó a la memoria la figura de Aznar, y su vocecilla insufrible, tras el 11.M: “Ha sido ETA”, y hala, obedientes a titular en primera página con un error histórico, una mentira estratégica, electoralista. ¿Cuántos directores transmitieron la orden de Margallo de salir de Gaza? ¿Cuántos apoyaron a sus periodistas? Sería bueno saberlo, está en juego la credibilidad.
En este asunto fallan algunos principios básicos del periodismo: el poder miente, es su naturaleza; no somos parte del poder político ni del económico aunque nuestros accionistas sean bancos; no somos altavoces ni palmeros de la élite; el negocio del periodismo es ser útil a los lectores. Sin lectores no hay periódicos, en papel y en la web. Son tiempos de perversión absoluta.
Gracias a todos los periodistas, españoles y extranjeros, que siguen en Gaza, informando, que es su trabajo, sin dejar que la propaganda entierre la realidad.
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Desde Vino y Girasoles compartimos el homenaje y el agradecimiento a todos los periodistas que ejercen de corresponsales de guerra, quizás unos de los últimos valientes que quedan en el periodismo mundial, que no dudan en jugarse la vida para abrirnos los ojos a la realidad.

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