jueves, 16 de junio de 2016

Ámerica Latina: Un cochinillo de Indias.



Cinco males que EE.UU. 'inyectó' en América Latina 

Cinco males que EE.UU. 'inyectó' en América Latina
1. En política. Las dictaduras, la mejor vía para el saqueo

El punto de inflexión para entender el intervencionismo de EE.UU. en América Latina es cuando la Segunda Guerra Mundial estaba a punto de terminar. En Washington entendieron que necesitaban un plan para ganar ventaja en el tablero internacional y Latinoamérica era una región importantísima. "A partir de la Segunda Guerra Mundial se consolida en América Latina el repliegue de los intereses europeos en beneficio del arrollador avance de las inversiones norteamericanas", explicaba el escritor Eduardo Galeano.
Para lograr sus objetivos de saqueo en la región, EE.UU. necesitaba cómplices, que eran nada más ni nada menos que los gobernantes que ellos mismos sentaban en el trono. Con dictadores amigos fue más fácil minar los países de sus empresas y hacerse de todas las fuentes posibles de materia prima no solo en América Latina, sino en el mundo entero, enviando expediciones militares o creando guerras si fuese necesario.
Si bien durante el siglo XX la región estuvo infestada de dictaduras militares y gobiernos autoritarios impulsados casi todos ellos por EE.UU., las dictaduras más sangrientas ocurrieron en las décadas de 1970-80, cuando se llevó a cabo el Plan Cóndor que contó, cómo no, con la colaboración de los servicios de inteligencia estadounidenses. Este nefasto 'experimento', que incluyó las peores técnicas de torturas, se constituyó en una organización clandestina internacional para la estrategia del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato de unas 50.000 personas y la desaparición de unos 30.000 opositores.
Con dictadores como Pinochet, en Chile, o Videla, en Argentina, que estaban siempre dispuestos a cumplir los deseos desde el norte, la intervención del FMI y del Banco Mundial en forma de ayuda económica ya estaba servida sobre la mesa.
2. En economía. América Latina, un conejillo de indias ideal para el FMI
Nadie mejor que el presidente del Ecuador, Rafael Correa, economista de profesión, ha explicado el mal que el FMI y el Banco Mundial han producido en la región. Me gustaría recordar el acto de protesta de Correa en la Cumbre Iberoamericana de 2011. En aquella ocasión el mandatario ecuatoriano estalló eufórico cuando le dieron la palabra a la vicepresidenta del Banco Mundial, Pamela Cox.
"El Banco Mundial fue uno de los heraldos del neoliberalismo en América Latina [...] ¿Por qué en este fórum tenemos que escuchar al Banco Mundial? Al menos que empiecen pidiendo disculpas por el gran daño que han hecho a América Latina y a los países pobres del planeta", interrumpió Correa. Acto seguido dijo que con todo respeto se retiraba porque no creía necesario escuchar a la señora Cox, a quien acusó de "chantajear abiertamente" a su país. Una vez afuera, el mandatario fue abordado por periodistas donde resaltó que él vino a escuchar a los presidentes de Iberoamérica y "no a burócratas internacionales". "[El Banco Mundial] junto con el FMI impusieron el neoliberalismo en América Latina. Ustedes saben el desastre que fue ese experimento", señaló el presidente.
Los países latinoamericanos ya nos sabemos de memoria el funcionamiento de los rescates económicos del Banco Mundial y del FMI. Debemos de entender de una vez por todas que el objetivo de estas entidades no es lograr que un país se desarrolle, el objetivo es inyectar dólares (bajo ciertas condiciones) para garantizar el pago al sistema bancario privado y seguir dejando endeudados a los países que 'ayudan'.
Los dictadores militares puestos por EE.UU. en América Latina fueron los encargados de tomar los préstamos, abriendo el camino al despotismo financiero. El experimento neoliberal de los 70 pactado en Washington le dio muchos frutos a EE.UU. y dejó un cáncer económico en América Latina: la deuda.

3. En medicina. Enfermedades venéreas inoculadas en Guatemala

Con el objetivo de estudiar el desarrollo de enfermedades venéreas y comprobar la efectividad de nuevos antibióticos como la penicilina, la Secretaría de Salud de EE.UU. llevó a cabo en Guatemala experimentos con seres humanos entre 1946 y 1948. En un principio se dedicaron a buscar prostitutas con sífilis y gonorrea, para que pasaran la noche con presos y los infectaran. Debido a que necesitaban más víctimas, decidieron inocular estas enfermedades de forma directa. Enfermos psíquicos y, en su mayoría, reclutas del Ejército fueron los blancos principales. "Es para tu bien", les decían los especialistas, mientras les inyectaban el mal sin siquiera importarles que faltaban a la ética y que este tipo de prácticas eran las mismas que los nazis habían puesto de moda apenas unos años antes.
Durante décadas, nadie se acordó de las víctimas hasta que una investigadora estadounidense encontró en 2010 los archivos del doctor encargado de estos experimentos. El escándalo se destapó y la polémica estaba servida. Estados Unidos se vio obligado a disculparse ante el pueblo guatemalteco por haber infectado deliberadamente a más de 1.500 personas.
Algunas víctimas cuentan que sufren dolores de cabeza constantes, incontinencia urinaria, llagas en las extremidades y, entre otras dolencias, problemas en las articulaciones. Se sabe que a algunas de las víctimas se les tuvo que amputar el pene. Varios de ellos, derrotados por la depresión, optaron por el suicidio.
La Universidad Johns Hopkins, la fundación Rockefeller y Bristol-Myers Squibb (el grupo farmacéutico que suministró la penicilina para los experimentos) fueron acusados de participar, aprobar, fomentar, ayudar y de ser cómplices de estos abominables hechos bajo la total aprobación y patrocinio del gobierno de Estados Unidos.

4. La doble moral estadounidense, la CIA y el apoyo a terroristas

La CIA desde sus inicios se convirtió en un instrumento de EE.UU. para apoyar a opositores-terroristas de los gobiernos que no son del agrado de Washington. En América Latina tenemos notables ejemplos documentados. Así, por ejemplo, los Contras (grupos insurgentes a la administración nicaragüense en los años 80) fueron organizados y financiados por la CIA. Los terroristas más conocidos en la región quizás sean Luis Posada Carriles o Félix Rodríguez, todos ellos agentes entrenados por dicha agencia de inteligencia.
Luis Posada Carriles es considerado el autor intelectual del atentado de 1976 contra la aerolínea Cubana de Aviación donde murieron las 73 personas que iban a bordo. Este activista anticastrista también es acusado de una serie de atentados en La Habana en 1997, así como del desarrollo de una conspiración para matar a Fidel Castro. Se lo ha podido ver en las calles de Miami, disfrutando de las playas y ante la mirada cómplice y silenciosa de Washington.
Por su parte, Félix Rodríguez, condecorado por la CIA por su Valor, fue uno de los agentes que participó en la ejecución del Che Guevara en Bolivia.

5. Una burla a los Derechos Humanos: el bloqueo a Cuba

Cuando Fidel Castro llegó al poder lo primero que hace es empezar a recuperar las riquezas de Cuba con el fin de ponerlas al servicio de su pueblo. Las medidas implementadas en la isla afectaron los intereses de los grandes monopolios estadounidenses que durante décadas saquearon esta nación caribeña.
Washington no podía quedarse de brazos cruzados viendo cómo le arrebataban una de sus gallinas de huevos de oro, por lo que adoptaron una brutal medida con rapidez. Su experimento consistía en implementar duras sanciones contra Cuba y esperar algunos meses hasta que Fidel diera el brazo a torcer. Tuvieron que pasar más de 50 años para que Obama al fin se diera cuenta de que el espíritu y el valor cubanos son inquebrantables.
Resulta inhumano dejar por más de medio siglo a un país sin la posibilidad de comprar medicamentos básicos, ropa o útiles escolares para los niños, negarles la red global de comunicaciones o la posibilidad de modernizar su infraestructura y el transporte público. El embargo estadounidense ha provocado un atraso en todas las áreas de vida de los cubanos. Es necesario entender que este bloqueo viola totalmente los derechos humanos, así como el legítimo derecho a la autodeterminación económica y política de este país.
Reflexión
Nunca nadie debe olvidar que detrás de todos los logros estadounidenses hay guerras, intervenciones, saqueo de recursos ajenos y muerte. ¿Deberíamos nosotros hacer caso eternamente a las órdenes que nos llegan desde Washington? Sinceramente, creo que no.
Por Roque Caravedo para RT

No hay comentarios:

Publicar un comentario