martes, 21 de junio de 2016

Viejas técnicas con nuevos nombres.

Cuando era pequeño me gustaba ir al almacén, denominación esta que otros conocen como "tienda", "bodega", "ultramarinos" etc, pero que sea donde sea y llamese como se llame es siempre el viejo comercio de barrio donde uno iba a comprar lo necesario para el día a día. En mi casa era el almacén de la esquina o el de los hermanos Luzuriaga. Unos vascos afincados en Buenos Aires que tenían la linda costumbre, para ellos y para mi, de conocer y aplicar lo que más tarde se llamó con el rimbombante nombre de RELACIONES PÚBLICAS, o en sus siglas en ingles, mas rimbombantes todavía de RRPP. El caso es que los vascos tenían la habilidad de regalarme un caramelo, o una galleta dulce, cada vez que mi madre me mandaba con el papelito de la compra y el dinero envuelto en él, y las consignas repetidas de... ¡no pierdas la plata! y....¡no te entretengas en el camino!.
En aquellos años del 55 del siglo pasado los vascos ya aplicaban una técnica que veinte años después un ejecutivo de la Coca Cola nos quiso enseñar en un curso de RRPP. Viejas técnicas, con nuevos nombres.
Otro caso que recuerdo fue en el curso de "Introducción a las Relaciones Humanas", en este caso otro ejemplo me retrotrajo a mi niñez. El distinguido profesor de la multinacional nos contó sobre la importancia de la labor social de las grandes multinacionales.
COCA COLA CONSTRUYÓ UNA ESCUELA EN LA PAMPA. Escribió en la pizarra y luego preguntó.
¿Cual son las palabras claves de esta frase?
Yo dije, "escuela", otros dijeron "construyó", otros "Coca Cola", otros dos palabras y otros las tres juntas.
El erudito nos dijo que las respuestas estaban bien pero nos explicó que había otras palabras claves que no estaban escritas, pero que nosotros si las aceptaríamos como tal.
Las palabras eran...Compromiso social...bondad empresarial... agradecimiento a sus clientes...y publicidad indirecta. Ante algunas preguntas el hombre reconoció que a la empresa construir una escuela le salia muy barato y que esas pocas monedas rendían muy buenos frutos publicitarios porque era un ingrediente más de la campaña publicitaria constante.
¡Nada nuevo en la viña del señor! eso de regalar algo para ganar más, ya lo hacía el intendente de Lanús que aunque era más bruto que un arado, era un zorro de mucho cuidado. ¡Si lo sabrán los españoles! donde cualquier cacique de aldea te da trabajo a cambio de votos, te da algo y te compra la conciencia para siempre, te recuerda aunque no te lo diga "que un favor con favor se paga" y te tiene esclavizado por tu nobleza...je...je...
Viejas técnicas con nuevos nombres.

José Trillo Aran

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