jueves, 29 de agosto de 2013

Otro artista que emigró...¿y van....?


DAVID OTERO

Un exilio creativo en Buenos Aires

El ex guitarrista de la popular banda española El canto del loco se vino a vivir a la Argentina y hoy presenta su debut solista. “La rutina te puede llevar un poquito a la monotonía y la repetición. Aquí la creación se dispara y me encanta componer”, dijo a Clarín.com.

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29.08.2013
Para David Otero, venirse a vivir a Buenos Aires fue vérselas un cambio monetario “superloco” y hacerse a la idea de que “con los bondis tienes que tener cuidado porque te atropellan por la calle”. Pero también fue sumergirse en una ciudad con un espíritu de creación singular. Y sobre todo fue redescubrirse como músico: David Otero fue durante años el guitarrista de El canto del loco, una de las bandas de pop rock más convocantes de España. Hoy, ya con seis meses de estadía en la Argentina, se enfrenta con la incertidumbre de arrancar casi de cero en otra geografía.
Otero integró El canto del loco durante diez años, en una carrera siempre ascendente en la que el grupo terminó llenando estadios y vendiendo discos de a decenas de miles. Esta noche, ya como solista, presentará su disco debut, Nada lógico, en el Samsung Studio (Balcarce 433). Es un trabajo que fue editado hace tres años en España, pero que recién ahora tiene un estreno formal en la Argentina, el país donde craneó la mitad de las canciones.
“Como lo compuse casi todo aquí, en 2006, me gustó mucho la experiencia de la creación en Buenos Aires. Es como una ventana de aire fresco porque me siento un observador de la vida. Y en Madrid ya me sentía cómodo en todos los aspectos. Conozco el súper, el colegio de mi hija es el de siempre, mis amigos también, nos reunimos con mi familia todos los domingos... La rutina te puede llevar un poquito a la monotonía y la repetición. Aquí la creación se dispara y me encanta componer”, contó a Clarín.com Otero, ahora con el alias de El Pescao, sobre el exilio autoimpuesto.
Ya estás instalado en Buenos Aires desde hace seis meses ¿Cómo se lleva hasta ahora la experiencia?
Tengo la suerte de que ya sabía a dónde venía. Yo estuve viviendo unos ocho meses hace ya seis años, y fue una experiencia que me gustó mucho. Me sentí bien en todos los aspectos, porque tengo aquí parte de la familia, muchos amigos… Con el paso de los años he conocido a un montón de gente. Y la experiencia de estar en un lugar que no es el tuyo, Madrid, donde he vivido toda mi vida, suma para que la experiencia sea gratificante y superdivertida.
¿El cambio es algo definitivo o es un momento de tu vida y ya habrá tiempo para volver a Madrid?
No, lo he hecho como una especie de experimento vital. Vamos a volver, todavía no sabemos cuándo, yo creo que de aquí a septiembre del año que viene regresamos. Yo había terminado de trabajar con este disco durante tres años en España. Una gira muy larga, con disco de oro, trabajado muchísimo con varias marcas. La verdad que nuestra exposición había sido grande en España, y yo quería parar una temporada y no convertirme en un artista pesado. Quería parar dos años, que es el tiempo que me va a llevar hacer el siguiente disco. Y como el disco anterior yo lo compuse casi todo aquí en Buenos Aires en 2006, me gustó mucho la experiencia de la creación en Buenos Aires. El hecho de cambiar de ciudad, hacer los papeles, llegar, enfrentarte al cambio monetario superloco que tienen (risas), hacerte a la idea de que con los bondis tienes que tener cuidado porque te atropellan por la calle, y que el tráfico es una guerra…y luego todo lo bueno, que te sorprende el amor a la cultura que tiene este país. Como aman la música, el teatro. La creación se dispara y me encanta componer aquí. Esa es una de las razones principales. De paso editamos el disco y hacemos algún concierto acá.
En España, Nada lógico fue editado en 2010. ¿Qué sentís al volver a canciones que ya tienen tanto tiempo?
La verdad que está siendo muy bonito ese proceso, porque arrancar los ensayos aquí y buscar la banda para acompañarme en directo fue un proceso de reversionar y refrescar las canciones y las ideas, y dejar que fluya en los músicos argentinos. No me he atado demasiado en los arreglos. El formato musical está muy argentinizado. Deja mucha libertad, me he podido sentar con las canciones de un modo mucho más divertido, más ameno.
Con El canto del loco y como solista te acostumbraste en España a públicos masivos. ¿Cómo imaginás la presentación acá?
Pues, no tengo ni idea (risas). Ojalá sea lindísimo y la pasemos fenomenal, pero voy sin hacerme ni muchas ni pocas ilusiones, con el corazón abierto porque no tengo ni idea. He tocado una sola vez, con un acústico, y me la pasé muy bien, pero ni idea. Si fuera a tocar en Madrid te sabría decir un poco más, pero aquí voy con una venda en los ojos.
Hay una toma de riesgo importante en arrancar casi de cero en Buenos Aires después de la respuesta en tu país…
Es todo un reto, sí. Llevo 14 años en el mundo de la música. Desde los 19 hasta los 29, con El canto del loco, fue una carrera hacia arriba. Pero llegó el momento en que habíamos logrado todo lo que nos habíamos propuesto y en mi vida me faltaba volver a empezar y arrancar con esa incertidumbre. Se va perdiendo, la vas olvidando, te crees que la sala se llena porque sí, que la gente va a los conciertos porque sí, y empiezas a dejar de valorar un montón de cosas de la vida. Y ahora es cuando realmente se aprende. Y para mí ha sido un comienzo empezar de cero en España, porque yo era guitarrista de la gente. Y aquí en Argentina también, sin marcarme ninguna pretensión de nada.
Ahora con un océano de por medio, seguís manteniendo contacto con Dani Martín (su primo y el ex vocalista de El canto del loco)?
Sí, va a venir en septiembre, justo me escribió para vernos. Cuando llevas un negocio junto con alguien de la familia hay un momento en el que dices ‘Bueno, vamos a dejar de ser socios y a seguir siendo familia una temporada’. Siendo socios siempre hay momentos en que todo se vuelve más salvaje, más jungla. Nos apetece más ser primos, y vernos y querernos. Y hablar de lo rico que está el asado argentino, de lo bien que nos la estamos pasando haciendo música. En un momento dijimos ‘Ya está bien, vamos a ser primos de nuevo como lo hemos sido toda la vida y vamos a dejar un tiempo los negocios’, porque los negocios te acaban quemando un poco.
¿Hay alguna puerta abierta para un regreso de la banda
Yo siempre digo lo mismo. No sabemos si vamos a volver a no. Ni cerramos la puerta ni la abrimos. Una incertidumbre total. 

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