viernes, 29 de noviembre de 2013

¿Y ahora que hacemos?

Veremos...veremos pero por ahora estoy sorprendido, anonadado, y porque no decirlo desilusionado de la respuesta popular ante estos ataques a las libertades públicas. Ni siquiera es menester aclarar que me dan ganas de llorar la actitud de los partidos de oposición que guardan un silencio cómplice y esperan que el "cuanto peor, mejor" les reporte más votos en las próximas elecciones y digo que aprovechan la ocasión porque saben que todas estas leyes en cuanto se recurran en Estrasburgo quedarán sin efecto, pero mientras tanto el gobierno se aprovecha del miedo y se gana el corazón de los viejos franquistas que soñaban con mano dura, sin darse cuenta que se ríen de ellos, promulgando unas leyes que saben que no duran mas que el tiempo en que la justicia de UE la invalide. Mientras tanto estos retrógrados disfrutan y perdonen la vulgaridad de lo que voy a contar, pero es que este gobierno me hizo acordar aquello que de niños le cantábamos a los perdedores de la pachangüita futbolera..."golcito a golcito le rompimos el culito" y claro, si los otros tenían "güevos", lo seguro es que no liáramos a trompadas, lo que era un modo de hacer la fiesta completa, pero si los otros agachaban la cabeza y se retiraban del campo sin liarse a coñazos entonces, agrandados, ya no nos conformábamos con cantarle lo anterior, sino que nos burlábamos de su "hombría" con múltiples ofensas. Eran cosas de niños callejeros y vulgares, para los que las reglas claras "o los tenías o no los tenías" y ahí se mostraba de que madera estaba hecho cada uno y siempre era un orgullo mostrar una cicatriz o un ojo morado a que a uno lo bautizaran de cagón. Claro que esos eran tiempos de niño, y ahora con la edad uno sabe que se deben manejar los tiempos, sacarle rédito a los silencios y medir las palabras suele ser efectivo, en fin, usar el cerebro y la constancia, cambiar la trompada por la acción calculada es más de gente civilizada, convencer antes que agredir es sacarle más provecho a la inteligencia y demostrar que progresamos, luchar de un modo civilizado cuando se tiene razón es el deber de cada uno, no solo por uno mismo sino por los que vendrán, no dejarse vapulear, defender las libertades y los derechos conseguidos es darle a nuestras vidas un sentido de dignidad y eso es ser libre aunque estemos presos por haber luchado...claro que para eso...hay que tener un par de ovarios/cojones...¡o como se llame! a la valentía de luchar para no ser un cordero...usted me entiende...¿verdad?
--------------------------------------
http://www.publico.es/485862/ofender-a-espana-sera-multado-con-30-000-euros

No hay comentarios:

Publicar un comentario