domingo, 23 de febrero de 2014

VERDADES A LA CARTA

 Los humanos normales que van a trabajar todos los días, que tenemos que estar atentos a las necesidades de la familia, pagar cuentas y multiplicarnos en tantos quehaceres diarios no tenemos mucho tiempo para informarnos bien, por lo tanto apenas si escuchamos, vemos o leemos noticias y mucho menos las podemos comparar o contrastar, según la educación que recibimos ya desde niños, traemos de fábrica una idea preconcebida, por falta de tiempo unos, por vagueza otros y por cobardía muchos mas, no nos tomamos el trabajo de verificar si nuestras ideas o modos de vivir son correctos o no, simplemente nos dejamos llevar y como todos las respuestas están hechas y para cada acción hay un justificativo, apelamos a algún pretexto para llenarnos de razones que nos demuestran que somos buenos, que actuamos bien, que pensamos bien, que nuestro modo de vida es el correcto, que nuestras ideas políticas son las mejores y así nos pasamos la vida, sin intentar analizar y evitando los cambios, hacemos de nuestros pensamientos una rutina protectora, y algo de cierto hay en ello, "la gente no cambia en su esencia básica", desde pequeños ya dejamos claro de que pata cojeamos y eso se puede disimular con algunas varientes de educación o entorno familiar o social, pero en el fondo somos los mismos, con otro disfraz...de ahí ese acierto del dicho "el que nace barrigón es inútil que lo fajen".
   En nuestra educación hay una base común que se extendió a través de los siglos y en todas las sociedades," EL MIEDO", ya de pequeños nos asustan con el hombre de la bolsa o el saco para que nos portemos bien, luego con el infierno, luego con la cárcel, la tortura y la muerte, en planos mas refinados la banca y sus aseguradoras nos meten miedo con una pobre jubilación cuando seamos viejos y estemos fuera del mercado laboral, para que contratemos una jubilación privada,  en los regímenes democráticos nos asustan con los infernales comunistas y en los comunismos cuentan las demoníacas explotaciones humanas y laborales. La democracia nos da una soga larga para que relinchemos y demos patadas al aire, pero si nos pasamos la soga no es tan larga como parecía. En las dictaduras ya te avisan que de pataleos y relinchos ¡nada de nada! La diferencia es la forma del engaño, en democracia te dejan que creas que eres libre, aunque estés preso con infinidad de deudas por cosas que no necesitabas pero que aprendiste a necesitar, te convencieron de muchas cosas y además que no eres ningún esclavo, que puedes alcanzar todas las metas que te propongas y que con tus votos eliges quien quieres que te gobierne. En democracia el engaño es sutil, por convencimiento propio y te pone contento pensar "que haces lo que tu quieres" y si eso coincide con los gobernantes es porque elegiste bien, nunca por pura casualidad. En democracia te convencen que si tu vida va mal, no es culpa del sistema sino tuya, tu eres el tonto que no supiste apañarte. En las dictaduras ya te lo dicen por adelantado y a lo bestia, usan por así decirlo el viejo método de educación de nuestros ancestros "o te portas bien y te quedas calladito... o cobras una tunda". En el fondo de todo el mensaje es el mismo, si eres pícaro y sabes moverte en cualquier régimen estarás encaramado y vivirás muy bien, solo se necesita, hacer lo que esperan que hagas. Tal vez por eso la mayoría de la humanidad sea cobarde, la genética de la supervivencia de la raza ayuda mucho para esto. El ser sumiso y conservador nos garantiza mucho mayor tiempo de vida y menos esfuerzos. Mantener al superior contento y feliz, reírle sus gracias y aplaudirlo, es mucho menos peligroso que ser un valiente con ideas propias que choquen con todo lo establecido, mantenerlas y jugarse por esas ideas siempre sera peligroso y pondrán muchas trabas para que se logren los cambios, pero aún así, el mundo cambia, como dijo Galileo "Eppur si muove" (sin embargo se mueve"), solo que son tan pocos los que se mueven y tantos los conformistas que los cambios son exasperamente lentos.
   El daño es tan grande que ya no podemos pensar de manera individual y libre, o somos de izquierda o somos de derecha, o blancos o negros, o católicos o musulmanes, esta división genera la falta de encuentros y la deformación del pensamiento, hace unos días un solo diario español definía lo sucedido en Ucrania como un golpe de estado, es que como queremos una Ucrania pro- europea, no se debe catalogar a ese golpe de estado como tal, cuando se cambió el gobierno griego, elegido por su pueblo y la UE puso en su lugar a un tecnocrata, tampoco se alzaron voces diciendo que eso era un golpe de estado. Cuando Chavez intentó un golpe de estado en Venezuela, que si fue un golpe de estado, occidente lo dijo con todas las letras, ahora que se gesta otro golpe de estado en Venezuela, los medios alientan "la lucha de los democráticos rebeldes". Y grandes masas humanas ven bien esta dicotomía de los valores. Es lo bueno de tener verdades a la carta.
   Esto me recuerda que de joven confundía las dos Alemanias (perdonen el error en el plural, se que no existe) una se llamaba República Democrática, y yo creí que lo era, hasta que me enteré que no, que esa era la comunista, lo que pasa que aun no sabía como se juega con las palabras y se manipula el subconciente y se ajustan las verdades y las mentiras.
  En el plano nacional somos mas de lo mismo, no queremos que intenten entrar africanos indocumentados, pero callamos, cuando Francia, hace solo unos meses, envió sus tropas a Mali para salvar a sus empresas y mantener el gobierno afín a sus intereses, aunque se esquilmen las pocas riquezas minerales de ese país, los robamos descaradamente pero no queremos que vengan a buscarse una vida mejor.
  Callamos cuando Aznar fomentó un golpe de estado contra Chavez y callamos con lo de Ucrania. Aplaudimos a las multinacionales como Inditex que explota inhumanamente a miles de trabajadores asíaticos y gritamos desaforados cuando en latinoamérica le ajustan las tuercas a REPSOL, o a alguna otra empresa de la marca España, no nos gustan que vengan pobres, pero colaboramos con las fuerzas militares que bombardean países en nombre de la democrácia, y nos gusta creer que van en "misiones humanitarias".
  A veces tenemos una moral y a veces otra, depende, ¿cual nos conviene ahora? Pero esta doble moral nos resta valentía.
  No hace mucho, unos dos años, mas o menos, en Andalucía salió todo un pueblo a la calle porque un pederasta violó a una niña de cuatro años, los casos de pederastia publicados en algunos diarios, por parte de curas y o profesores de escuelas católicas, no pasan de ser una noticia mas, ¿y siguen enviando a sus hijos a esas escuelas donde les dan "buena educación"?, pues sí.
 La falta de libertad de pensamiento, el hacernos cómodos, el dar por bueno todo lo establecido, nos hace débiles, obedientes tirando a cobardes y cómplices, hace que el mundo cambie tan lentamente, pero como dijo San Martín "Diez rebeldes hacen mas ruido que un ejercito en silencio" y por muchas mayorías silenciosas, por mucho conformista que haya, por muchos arrebujados en la protección de lo establecido...."Eppur se muove".

José Trillo Aran.

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