sábado, 20 de julio de 2013

El miedo es más fuerte que la verdad.

   No se si podré lograr explicar con claridad lo que escribí en el título, no se si aunque pueda alguien tendrá ganas de pensarlo o aceptarlo tan siquiera como una posibilidad cierta. No es la teoría de un experto científico ni siquiera tengo otras pruebas que no sean las experiencias propias y de algunos conocidos íntimos o parientes, esto último siempre disimulado con aquello de "tengo un amigo que..." para preservar su identidad y no ventilar intimidades gratuitamente. El tema es duro en la medida en que se trata de no mentirnos a nosotros mismos y creo que la mayoría hacemos eso cuando se trata de nosotros mismos, lo que después hacemos extensivo a la familia, luego a la sociedad y así llegamos a construir un país basado en las mentiras que comienzan siempre con uno mismo. Hacer un balance general de nuestra vida es un asunto que requiere, sobre todo, una gran (y a menudo escasa),VALENTÍA, jugarnos la realidad y los sueños a todo o nada, plantearnos si vale la pena vivir como vivimos, no es para cualquiera y puede llevar al derrumbe de lo elaborado hasta el presente y enfrentarse a nuevos interrogantes de un futuro incierto. Dicen que "la valentía es el resultado de vencer el miedo". Y aquí aparece el verdadero problema de todo, El MIEDO, está sensación lo llena todo, lo maneja todo, lo condiciona todo, tenemos más miedo que ilusiones, más miedo que sueños y entonces nos entregamos a la búsqueda de una vida segura, aunque esa vida sea sosa, vulgar y muchas veces falsa, por miedo nos hacemos prisioneros de una pareja, preferimos la seguridad de lo malo conocido, por miedo a morir o ser castigados soportamos patrones o gobiernos, por miedo a los atracos no salimos a caminar por la noche, por miedo a las revueltas en Egipto dejamos de visitar las pirámides, ni viajamos a Cartagena de Indias por la inseguridad en Colombia, o a Rio de Janeiro, por miedo al colesterol no disfrutamos de una comida que nos encanta, o dejamos de beber alcohol por preservar el hígado de la cirrosis, todo es miedo a las consecuencias, todo es prevenir y elegir en base a supuestos peligros futuros. prestarle atención a los miedos nos empuja a una vida mediocre, sin aventuras nuevas, sin darle oportunidad a que el futuro nos sorprenda, quizás, con algo mejor. Tengo un amigo que hace años que sabe que no ama a su esposa, que su matrimonio es un teatro y que para no sentirse tan miserable se auto-convence que no puede dejarla, porque vivieron tantas luchas juntos que sería injusto abandonarla ahora, y da por bueno que sea el "agradecimiento" lo que los mantiene unidos, el agradecimiento y la casa, los hijos, los nietos, las cuentas al cincuenta por ciento, todo los une menos el amor y eso lo come por dentro, lo desgasta, le hace ver cada mañana en el espejo a un hombre infeliz, porque no es la costumbre ni el agradecimiento lo que lo mantiene unido a su mujer, sino el miedo a romper todo... "a mis años no puedo empezar otra vez", me dijo. El miedo es el peor enemigo que tenemos y eso lo saben bien quien nos educan y nos gobiernan. el miedo paraliza y hace que aceptemos todas las supuestas seguridades, que no hagamos ninguna locura que tal vez venimos soñando desde niños, como hizo un conocido que rompió todo lo establecido y a los cincuenta años, se fue a vivir al campo argentino porque siempre había soñado con ser un gaucho pampeano. La familia ya no le habla, dicen que los abandono a todos, aunque él dice que les dio treinta años de su vida a toda pastilla y no tienen nada que reclamar. Tal vez hubiesen preferido que fuera infeliz y siguiera "cumpliendo" con lo que se espera de él.
El miedo hace que nada cambie, el miedo de uno mismo, el de la familia, la sociedad o el país, siempre será una barrera y todo el que intente cometer una locura para cumplir un sueño, o cambiar una vida basada en la costumbre o lo establecido, será mal visto, será criticado, pero, por mucho que se opine, solo el individuo que se anime, encontrará la verdad en el individuo que descubra al mirarse en el espejo...y ese es el juicio final.

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