jueves, 13 de diciembre de 2012

¡Lo que no haga un argentino...!

Para muchos que no lo sepan, los argentinos tienen una enfermedad que traen en los genes, ser un buen asador de carne, se puede convertir en toda una meta. Tener en su casa una buena parrilla es más importante que la misma casa. Ser un buen asador de carne y tener una buena parrilla ya es el colmo de los logros, digno del Nobel cárnico, para cualquier hombre de las pampas, sean verdes e interminables llanuras o el insignificante patio de dos por tres, incrustado entre edificios y con luz solar solo al mediodía, y por unos minutos, es más importante que sus hijos le digan " papá sos un gran asador" a que le digan eso de "sos un gran padre"...¡es más...Maradona no sería nadie si aparte de jugar al fútbol no hiciera buenos asados...y Messi, por mucho que gane laureles en Europa y pueda batir todos los "recores" de goles, no será nadie en Argentina mientras no se sepa a ciencia cierta que sabe hacer un buen asado y de nada le servirá que tenga las botas de oro, ni las pelotas de oro, ni ser el mejor del mundo si un día su pibe no le dice "viejo que asados mas ricos los tuyos", si logra eso entonces ¡si será el numero uno en Argentina.
   Para un buen argentino la imaginación le brota como el pasto tras la lluvia al momento de hacer una buena parrilla, que es como se denomina al lugar donde se asa la carne, y a la carne asada, se lo denomina "asado", por lo tanto una buena parrilla se puede hacer con muchos elementos y en ese sentido la imaginación es interminable, y la búsqueda de la carne necesaria es relativamente fácil...y está al alcance de todos, no solo porque es un país ganadero, sino que como dice el Martín Fierro, "todo bicho que camina va a parar al asador"...
-¡ Mi suegra si es necesario!- decía el turco García.

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