domingo, 23 de diciembre de 2012

¡Que poquita cosa!

   Recuerdo que sorpresa creó ver a una ministra sueca que todos los días iba al ministerio en bicicleta, o las burlas o la admiración que genera el presidente uruguayo don Pepe Mujica, porque sigue viviendo en su casa de toda la vida, y que, cuando se mueve como ser humano común lo hace un viejo coche de treinta años de antigüedad, e incluso renunció a su sueldo porque consideran que con el sueldo de su mujer..."los dos viejos vivimos bien", declaró con toda naturalidad. No son los únicos, por suerte, tambien es común ver llegar a parlamentarios holandeses e ingleses yendo a su trabajo "en el metro"
   Debe ser muy poco fiable una persona que no se quiere mezclar con la gente y que necesita de privilegios para sentirse importe, como decía un viejo de mi barrio..."debe ser poquita cosa" el que necesita destacar gastando el dinero de otros y encerrarse en cúpulas de poder que le den un aire de distinción.
   El juez Divar necesitaba vivir por encima de sus posibilidades, para sentirse exclusivo, ahora otro otro juez declaró que no esta bien visto viajar en clases comunes, pero, si considera que es más cómodo y más representativo "páguese el pasaje con su dinero". Estás declaraciones lo ubican en una mediocridad que causa risa, tanto en los círculos de los importantes como en los ratas de ciudad como yo, aquellos se burlaran de su necesidad de figuración y por declararlo, y nosotros también al verlo tan ridículo que necesita viajar muy bien para ser importante.
   Pero detrás de estas declaraciones hay un trasfondo, un recordatorio, un reclamo al gobierno y se trata nada más ni nada menos que decirles "no se olviden de las clases sociales" "hay que mantener las distancias"..."no todos somos iguales" "no nos mezclen con los comunes" "allá los curritos y aquí nosotros", "que la crisis no les haga olvidar las diferencias". ¡Para una vez que Rajoy recorta con justicia!, hay que lloriquear y llamarle la atención.
   En estas épocas hay que delinear claramente quienes son las victimas y los dominantes...¡no se olvide don Mariano! y si fue un error llevado por la inercia veloz de la tijera...ya estoy yo para recordarle que los jueces importantes no viajamos con el pueblo.

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