¡Gallego pata sucia!

    Los españoles de cierta edad, como es mi caso, ya no teníamos humos en la cabeza ni estábamos agrandados ni sobrados, ante la presencia de los inmigrantes, más bien sufríamos al ver el mal trato de algunos zopencos en su mayoría jóvenes o de mediana edad que no se habían enterado que alguna vez fuimos inmigrantes a los que otros zopencos del país receptor nos llamaban de todo menos bonitos.
   Al llegar a la Argentina allá por el 55, épocas gloriosas donde Perón era casi Dios o diablo para otros, yo, un pobre galleguito que salió de una aldea, se tuvo que adaptar de golpe a la fascinante gran ciudad, pero ese no era el único cambio, en la aldea de cuatro casas yo era bien atendido y en cambio en el nuevo barrio los niños me atacaban y se burlaban de mi forma de hablar, esa fue una enseñanza dura que la vida me dio ya desde pequeño, los niños me decían "gallego muerto de hambre" para provocarme, o gallego pata sucia, y yo me liaba a golpes y sin contar a la de tres ya repartía y recibía hostias, "como pá ir integrándome", como quien dice. Con el transcurso de los años me fui convirtiendo en un argentino más y ya se me consideró como uno de la tierra, pero la bronca ya estaba adentro y no faltaron de mayor las hostias para defender a algún boliviano o paraguayo al que daban el mismo trato que me habían dado a mi cuando era niño. Lo llamativo de esta bajeza, era (y lo es actualmente) que muchos de los que atacan u ofenden a los inmigrantes, son hijos de inmigrantes de todo pelaje y los más remotos lugares del mundo.
   Pero al volver a España, casi cincuenta años después, me encuentro conque hay españoles que no han progresado nada respecto a los ofensivos niños de 1955, allá en aquellas tierras de "salvajes",al ver tantos españoles despreciativos, burlones, agrandados y ofensivos con los inmigrantes, la tristeza fue grande, mi país de origen no era mejor que aquello, incluso hasta peor, porque a mi, en Argentina no me pusieron ninguna traba para nacionalizarme argentino, y aun recuerdo la cara de la juez que me tomó juramento a la bandera, su cara de alegría y las palabras que me dijo, me llenaron de orgullo por haber tomado esa decisión, pero yo tenía la inmensa fortuna de poder ser argentino, sin renunciar a ser español. En cambio mi hijo, el más pequeño, quiso nacionalizarse español, pero, siendo hijo de español y alemana, le pusieron tantas trabas que al final desistió, no le aceptaron ¡ni la partida de nacimiento! mía, que era la misma con la que me dieron el DNI al volver, no es de extrañarse el empleado era tan bruto, pero tan bruto, que no entendía como alguien, podía ser alemán y haber nacido en Argentina..."es que yo nací en Argentina, pero también soy alemán, porque mi madre es alemana y por eso mi pasaporte es alemán"-...no entendía. (y créanme no exagero un ápice)... "le explico, los hijos de madre alemana tenemos desde el nacimiento el derecho a ser alemanes, yo la pedí y me la dieron en menos de un mes, incluso viviendo en Argentina, por eso tengo pasaporte alemán, porque soy alemán y argentino y entré en España con pasaporte alemán"
-"¿Y donde esta el acta de nacimiento alemana?", mi hijo respiró profundo, porque suele ser muy educado y respetuoso con las personas menos capacitadas.
-Caballero, no puedo tener acta de nacimiento alemana porque nací en Argentina...¿me entiende?-
El empleado no la tenía muy clara, pero lo dio por entendido a regañadientes y prosiguió.
 -¿ y porque quiere ser español si ya es argentino y alemán?-
- Por que sí, porque mi padre es español y pienso vivir en España y estoy de novio con una canaria y queremos tener hijos canarios- Y se detuvo porque ya se estaba calentando.
- Igual la partida de nacimiento de su padre no sirve, así no son las actas de nacimiento de ahora.-
- Es que mi padre no es de ahora, ¡es del 49 hermano! y con esta partida la Guardia Civil le dió su DNI y su pasaporte...¿como no va a servir?..¿donde coño has aprendido tú?...perdón...perdón,,,mire déjelo así, tal vez sea lo mejor...si me hago español tengo que renunciar a la nacionalidad alemana y creo que no me conviene.-
- ¿No dijo que se puede tener dos nacionalidades o me estaba mintiendo?- preguntó el empleado con cara de detective que pilló al chorizo en un renuncio.
- No se puede tener dos nacionalidades ¡de la unión europea!- lo dijo furioso y se fue, para no perder más los nervios.
   Ahora que muchos jóvenes hacen esfuerzos extraordinarios para conseguir sus papeles de residencia en Alemania, da gracias a Dios y a ese bruto funcionario que le puso tantas trabas para ser español, porque eso le evitó el tener que renunciar a la ciudadanía alemana.
   Ahora que miles y miles de españoles están obligados a emigrar, tal vez se encuentren con alemanes cuadrados al cubo, que los harán sentir emigrantes, pero deben superarlo, brutos hay en todos lados.