viernes, 4 de enero de 2013

Vivir para vivir...¿o vivir por vivir?

   "Cuando amenaza soplar el viento, algunos construyen muros de contención y otros, molinos de viento", esto que parece tan razonable para unos serían una controversia seria, entre ambos bandos.
   Los que ya tenemos algunos años a cuesta sabemos que la vida depende de decisiones, que nos pueden presentar oportunidades de las cuales no tenemos ni remota idea, es un momento crucial en la vida de todo ser humano, y en ello se ponen en juego muchas cosas, pero quizás la más importante sea la valentía, una palabra que con el tiempo puede ser un orgullo o un castigo íntimo que nos acompañará y nos castigará cuando estemos solos. Las decisiones, sino son valientes, no son decisiones, son el resultado lógico de lo establecido como normal, lo que posiblemente te evitará muchos inconvenientes, por lo tanto habrás elegido vivir sobre seguro, sobre los carriles establecidos, seguirás adelante con tus años, como un tren, por las vías seguras y llegarás a las estaciones establecidas. lo que te promete que ya sabrás cual es la próxima parada. Si decides tomar las decisiones seguras, no son decisiones, son la herencia programada que otros te dejaron y qué te convences que son propias.
   Tal vez tu vida vaya sobre rieles, pero si has viajado en un tren en un trayecto largo te darás cuenta que te aburres, la seguridad de ese medio de trasporte, el ruido monótono, el clima estable, te hace olvidar pronto del paisaje que ves, que en realidad no lo ves, sino que lo ves pasar sin poder apreciarlo en toda su magnitud y detalles y lo más seguro que termines durmiendo. La vida sin decisiones es así, como este ejemplo del viaje en tren. Al llegar podrás decir que fue un buen viaje pero que te aburriste, que se te hizo largo, que viste paisajes que no apreciaste, al llegar ya estarás viejo, ya no podrás cambiar nada y quieras o no te harás muchas preguntas ¿y si hubiese intentado tomar por carreteras secundarias?¿si hubiese hecho el camino lentamente, apreciando todo, arriesgándome a encontrar situaciones extrañas, conociendo pueblos y gentes, parando donde quisiera, comiendo cuando realmente tuviera hambre, amando sin calcular?¿como hubiese sido mi vida?
   En el último viaje a Argentina un amigo de la niñez me dijo, "como me hubiese gustado conocer Egipto", y ya daba por perdida esa oportunidad, porque dijo que estaba viejo, (en realidad ya es viejo desde que nació, siempre fue un abuelo mental), ahora tiene un nuevo pretexto, Egipto es peligroso, hace unos años, no lo era y el pretexto era que no tenía dinero, sin embargo su auto, arrumbado en el garage, costaba el doble de lo que saldrían dos viajes. "vende el auto", le dije. No lo hizo, dentro de poco tiempo su auto valdrá muy poco, y por las leyes de la vida, tal vez él no pueda arrastrar su vejez por la tierra de los faraones ni por su barrio y se quedará con una chatarra de cuatro ruedas y un sueño que nunca cumplió. Una cosa que me enseñó "un loco lindo", fue que hay que vivir la vida, que es otra cosa muy diferente que durar para gastarla.
   ¡Vive la vida todo lo que puedas!, sin ataduras ni prejuicios, por mucho cuento que te quieran contar, hay una sola, y es tuya, solo tienes que respetar dos cosas, una, vivir y dejar vivir, y la segunda, no hacer daño a nada ni a nadie...al menos, así lo veo yo.
     

1 comentario:

  1. UNA DUDA, ABUELO, ANTE LA PROXIMIDAD DEL SEIS DE ENERO...

    ¿¿LOS REYES MAGOS, TAMBIEN MATABAN ELEFANTES????..JEJE

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